Zacatecass, Zac.- La obesidad infantil tiene consecuencias físicas y emocionales en la vida de los pequeños. Autoestima baja, apnea del sueño, pie plano y lesiones en articulaciones, son sólo algunos de los efectos del sobrepeso y la obesidad en los niños.

La coordinadora de Nutrición de la Oficina de Representación en Zacatecas, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Lilia Hernández Alvarado, subrayó que lo más grave de estos padecimientos es que generan una predisposición a padecer enfermedades crónicas, como diabetes e hipertensión.

Explicó que la obesidad es conocida como la madre de todas las enfermedades. “Hay que tomar en cuenta que inicia a edades tempranas, un bebé gordito hay que dejar de verlo como normal, dejar de romantizar la obesidad y verla como una problema de salud”.

La obesidad se previene con hábitos o estilos de vida saludables, y durante la cuarentena y las clases escolares en casa, es complicado mantener acciones de prevención porque se incrementa el sedentarismo.

No obstante, algunas recomendaciones para contrarrestar dichos efectos negativos, son: que los niños duerman las horas que les corresponden, es decir, un periodo mínimo de ocho horas. Normalmente deberían ser de ocho a 10 horas.

Otro aspecto a considerar es programar sus rutinas, por ejemplo, que los niños tomen un refrigerio o un desayuno ligero antes de conectarse a sus clases, ya sea en línea o por televisión.

“Pero que no se despierten e inmediatamente inicien clases, porque no le damos la glucosa que necesita el cerebro para trabajar de forma adecuada”, explicó la especialista.

Es importante hacer recesos cada 50 minutos, para que el menor haga algún ejercicio de estiramiento en piernas y brazos, caminar algunos pasos o subir y bajar escaleras para mantenerse activo.

Destacó la importancia que el desayuno, comida y cena se basen en el Plato del Bien Comer. Debe considerarse incluir un alimento de cada grupo: frutas y verduras, cereales, de preferencia integrales, como pan integral, tortilla de maíz, avena o amaranto, y las proteínas contenidas en el pollo, pescado, carne, leche, huevo y queso.

Asimismo, debe evitarse la tortilla de harina, el pan blanco o bolillo y pan dulce, ya que aportaran elevadas cantidades de azúcares y grasas.

Hernández Alvarado detalló que otro aspecto importante es la hidratación correcta, por lo que es importante consumir de seis a ocho vasos de 240 mililitros de agua potable simple al día, medidas con las que se puede prevenir el sobrepeso y la obesidad.

Respecto a la actividad física, expresó que una hora de juego con un balón, una cuerda o juegos típicos son suficientes para mantener activos a los niños.

Buscar orientación profesional sobre cómo alimentarse sanamente y detectar de forma oportuna complicaciones físicas provocadas por sobrepeso y obesidad, puede prevenir complicaciones en la edad adulta.

El Instituto cuenta con el programa PrevenIMSS, a través del cual se monitoriza el crecimiento y desarrollo de las personas; abarca todos los grupos de edad, desde recién nacido a nueve años, adolescentes de 10 a 17 años y adultos de 18 años en adelante. Así como NutrIMSS, donde se otorga orientación sobre alimentación y estilos saludables de vida.