El mundo llora la muerte del tenor italiano Luciano Pavarotti

La muerte de Luciano Pavarotti conmocionó hoy al mundo entero. El cantante italiano, uno de los tenores más importantes del siglo XX,murió a los 71 años en Módena, su ciudad natal, confirmó esta madrugada su mánager.

El año pasado se le diagnosticó un cáncer de páncreas y especialistas en Nueva York se lo extirparon, pero el cantante no consiguió restablecerse por completo. Desde entonces vivió retirado en Módena con su segunda esposa Nicoletta Mantovani y la hija de ambos, Alice. Conciente de su enfermedad, meses atrás escribió en su página de Internet que esperaba «ser recordado como un cantante de ópera».

Pavarotti será enterrado el próximo sábado en Módena, informó el alcalde de la ciudad natal del tenor italiano. El funeral se celebrará en la famosa catedral románica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La muerte de Pavarotti causó conmoción en el mundo y sus amigos lo recuerdan con afecto. El español José Carreras, con quien Pavarotti integró Los Tres Tenores, dijo estar muy conmovido por la muerte de su amigo, y agregó que «debemos acordarnos de él como el gran artista que era, un hombre de extraordinario carisma».

Plácido Domingo, el otro integrante del recordado trí­o emitió un comunicado desde Los Angeles. «Siempre le admiré esa voz gloriosa, un don de Dios; ese timbre inconfundible y especial desde las notas bajas hasta las más altas en la gama de un tenor», indicó. Y también destacó su «maravilloso sentido del humor».

La soprano española Montserrat Caballé, que compartió numerosas actuaciones y grabaciones con el tenor, dijo: «Era más que un colega, era un amigo que estaba a tu lado siempre, en los momentos felices y en los menos felices».

Austria también lloró la pérdida Pavarotti, quien supo conquistar como pocos al exigente público de la Opera de Viena y del Festspielhaus de Salzburgo, dos de los más prestigiosos escenarios musicales del mundo, donde se izaron las banderas negras.

«Es para mí­ la pérdida de la voz de tenor más bella de mi época, y además, de una persona que dio mucho a través de su arte e influyó de forma extraordinaria en los seres humanos», dijo Ioan Holender, el director de la Opera Estatal de Viena, donde el tenor italiano debutó el 24 de febrero de 1963 en «La Bohéme», de Puccini.

Por su parte, el cantante británico Elton John afirmó que la pérdida del tenor, con quien cantó en el concierto «Pavarotti & Friends», hace que «hoy sea un dí­a triste para la música y para el mundo».

Pavarotti, considerado uno de los grandes tenores de la ópera mundial, ya habí­a sufrido varios problemas de salud, que en diversas oportunidades lo habí­an obligado a cancelar sus presentaciones.

El tenor, nacido en Módena el 12 de octubre de 1935, heredó de su padre panadero el amor por la música que despuntaba en un coro local y asistió de niño a la Scuola Magistrale, en donde después de graduarse impartió clases de primaria.

Luego dio sus primeros pasos dentro del mundo de la música en el coro del teatro de la Comuna en Módena y en la Coral de Gioacchino Rossini. En 1955 comienza sus estudios de canto con Arrigo Polo y posteriormente se traslada a Mantua, para tomar clases con el profesor Ettore Campogalliani.

En 1961 ganó el Concurso Internazionale de Opera en donde realizó su primera ejecución profesional de una ópera completa con «La Bohéme», de Giáccomo Puccini.

Su buen desempeño le posibilitó pasar al teatro Massimo de Palermo y de allí­, en 1963, a la escena internacional con actuaciones en Amsterdam, Viena, Zurich y Londres.

Para el año 1965, debuta en Estados Unidos junto a la conocida soprano Joan Sutherland en una producción de Lucia di Lammermoor, primera de una larga historia conjunta, que con «La Bohéme» en La Scala, San Francisco y Nueva York, conquistó el corazón de cientos de admiradores en todo el mundo.

Un año más tarde interpreta a Tonio en «La Fille du Régiment» y se consolida internacionalmente al participar en el teatro Convent Garden, en Londres, donde se le concede el tí­tulo de «Rey de la Octava Do».

En la medida que su voz se oscureció y creció, interpretó a Mauricio, Ernani, Radamés, Calaf, y en 1992, Otello, el rol más importante y difí­cil en la carrera de este cantante lí­rico.

Desde entonces, su ascenso lo convirtió en el tenor más nombrado desde Caruso y a su labor lí­rica le sumó el registro de canciones napolitanas e italianas y varias interpretaciones en vivo junto a cantantes como Sting, Bryan Adams y el vocalista de U2, Bono.

En esa ruta popular se unió a sus pares y amigos José Carreras y Plácido Domingo para formar Los Tres Tenores y realizar una larga serie de conciertos multitudinarios en que se destacaron los de Roma (1991) y Los Angeles (1994).

A lo largo de esa serie de presentaciones masivas, Pavarotti concretó -en cuatro de sus visitas- tres grandes shows en la Argentina. El primero fue en 1991 donde lo escucharon 200 mil espectadores en un escenario montado en la avenida 9 de Julio.

En febrero de 1995 protagonizó una verdadera fiesta operí­stica que reunió a 35 mil personas en el Campo Argentino de Polo y el 24 de abril de 1999 compartió noche con Mercedes Sosa en el estadio de Boca ante unos 27 mil espectadores.

De ese último paso por escenarios porteños, quedó el dueto entre el tenor italiano y la vocalista folclórica para las canciones «Caruso» e «Il cuore ingrato».

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