Con el apoyo del ganadero Sergio Rojas, los alumnos más destacados de la Escuela Taurina del Incufidez realizaron una tienta con vacas, donde pudieron poner en práctica sus habilidades con capote y muleta, pero sobretodo experimentaron la diferencia de enfrentar a un carretón con cuernos que a un animal que embiste de verdad.

Los alumnos enfrentaron a cuatro vacas de entre 280 y 320 kilos, orientados y cuidados en todo momento por el matador Antonio Romero, quien fue auxiliado por el novillero Edgar Badillo, ambos exalumnos de Ví­ctor Simental, Director de la Escuela del Instituto.

Siguiendo el orden de la lidia, es decir, primero con capote y después con muleta, Heidegger Chávez, Rodolfo Martí­nez, Armando Esparza, Mariano Sescosse, Daniel Estrada, Erhar de León y César Valenzuela fueron tomando turno para enfrentarse a las vacas.

Al respecto Antonio Romero señaló que es de suma importancia éste tipo de actividad, “donde se dan cuenta que llegar a ser torero no es fácil, porque enfrentar a un animal cuesta trabajo, por lo que hay que tomarlo en serio y prepararse dí­a con dí­a”.

Por su parte Rodolfo Martí­nez reconoció lo difí­cil que es la tauromaquia “porque no sabes en qué momento ni cómo te va a embestir el animal, por lo que tienes que estar muy pendiente, cuando estás toreando como cuando torea un compañero ya que si sucede algún percance todos debemos salir al quite”.

Y añadió, “aprendí­ que en esto somos una familia, porque debemos cuidarnos unos a otros”.

Así­, aunque con algunos sustos, los alumnos de la Escuela Taurina del Incufidez, experimentaron en carne propia el arte de la tauromaquia enfrentado a enemigos con peso y cuernos, incrementado sus conocimientos y habilidades para convertirse en toreros de verdad.