Del laboratorio a la industria: el trabajo de los investigadores a las empresas  

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Esta vinculación genera beneficios para la sociedad, asegura la doctora Laura Palomares, quien junto con otros colegas mexicanos colaboraron en un grupo de investigadores que desarrolló una vacuna que previene la influenza estacional y que en breve iniciará su comercialización

Desarrollar nuevas tecnologías basadas en el conocimiento y que sirvan para generar bienestar social, se traduce en nuevos procesos y productos, señaló la doctora Laura Palomares Aguilera, del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (IBt-UNAM), durante su participación en el Ciclo de Conferencias “Premios de Investigación de la AMC”.

En el auditorio de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Palomares Aguilera habló, como parte de su conferencia titulada “La biotecnología médico-farmacéutica: Una visión desde el laboratorio a la industria”, de cómo hacer para que el trabajo de los investigadores tenga repercusión en la industria y a su vez se traduzca en beneficios para la sociedad.

La vacuna contra influenza Flublok, desarrollada a través de la tecnología de ADN recombinante, en la que no se maneja el virus activo, es ejemplo de la participación de la investigadora con la industria. El desarrollo de Flublok es de la empresa Protein Scienes Corporation, y la científica  junto con otros colegas del IBt-UNAM,  apoyaron en una parte del proyecto.

“Esto es una muestra de que el trabajo básico le puede interesar a una empresa, ya sea para mejorar sus procesos o puedan someter una solicitud de registro de alguna vacuna en México o Estados Unidos”.

El año pasado, Laboratorios Liomont firmó un convenio de licenciamiento con Protein Sciences Corporation, el cual iniciará con la comercialización de la vacuna en México y terminará con la manufactura de la misma en el país. En este proceso, el grupo encabezado por Palomares y Octavio Ramírez Reivich, miembros ambos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), con el apoyo del Instituto de Biotecnología, brinda apoyo técnico y científico para la transferencia tecnológica en nuestro país.

Compartir experiencias

Otro aspecto que para la ganadora del Premio de Investigación de la AMC 2009 en el área de Ingeniería y Tecnología merece atención, es la formación de recursos humanos, por ello, ante un nutrido grupo de estudiantes destacó que para que un proyecto sea exitoso el alumno tiene que hacerlo suyo, “nuestro grupo de investigación está conformado por biotecnólogos y abordamos diversos temas de investigación, y eso permite a los alumnos elegir un tema de acuerdo con sus intereses”.

Respecto al ciclo de Conferencias “Premios de Investigación de la AMC”, Georgina Hernández Delgado, investigadora en el Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM y tesorera de la Academia Mexicana de Ciencias, recordó que desde 1961 se otorgan estos premios para distinguir a los jóvenes de nuestro país que realizan investigación de frontera en las diferentes áreas del conocimiento, y por ello este premio es considerado como la distinción más importante para los jóvenes investigadores en el país.

Además, señaló que a la fecha 206 investigadores han sido reconocidos con este galardón, y que las conferencias tienen la finalidad de promover el trabajo de los jóvenes investigadores premiados, para que a su vez ellos compartan sus experiencias.

Al evento realizado ayer miércoles, el segundo dentro de este primer ciclo de conferencias, también asistió la doctora Angélica Meneses, de la Facultad de Farmacia de la UAEM, quien fue la responsable de hacer la presentación de la ponente.

El Premio de Investigación de la AMC se otorga a investigadores jóvenes, que en caso de los hombres es hasta 40 años y para las mujeres 43 años.

 

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