Por: Modesto Sedano y Bernardo Camarillo / www.periodicomirador.com
Tarde de toros. Zacatecas mano a mano con Aguascalientes. Dos jóvenes toreros, uno zacatecano y otro de Aguascalientes. Los dos salieron a dar todo, los bichos de Chucho Cabrera, muy entrados en carnes, qué pena que les faltó bravura, claro que hubo sus excepciones.
Una entrada buena para ser la primera de feria y donde el Dios Tlaloc permitió el lucimiento de los dos aspirantes a figuras del toreo en México.
Antonio Romero, se salvó de una cornada, donde su tercero de milagro no le clavo el pitón en la ingle. Salvose de puro milagro. Su faena vino de más a menos a pesar de ver una tanda de largas cambiadas de hinojos ante su enemigo; al toro le pesaron los kilos.
La gente coincidía en la plaza, le hace falta alguien en su esquina que lo esté dirigiendo y que Antonio preste toda la atención, ganas, las hay y muchas.
El hidrocálido, Gerardo Adame un joven con recien tomada la alternativa el pasado abril del presente año, echándole toda la carne al asador, al lado, con un matador de toros retirado como el matador Fernando Sánchez, que le exige todo a sus toreros, pues sabe en carne propia, que es una profesión por demás de riesgo, hay que entregar el alma y la vida.
Bien en general la primera de feria.
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