La Rendija… No hay agua en Zacatecas

La Rendija.

 No hay agua en Zacatecas.

Agua-2Zacatecas, Zac.- Dicen que un vaso de agua no se le niega a nadie. Sin embargo, múltiples asentamientos poblacionales de la capital, zona conurbada y Guadalupe carecen del vital líquido desde hace semanas. No hay para las necesidades básicas y alimentarias ni para cubrir aspectos de higiene personal o del hogar.

Nos encontramos, es cierto, en plena temporada de estiaje, pero no se ven pies ni cabeza en quienes toman las decisiones en el tema, muy a pesar de que el recibo de cobro por el servicio sigue llegando de manera puntual.

Más aún. Ya sabemos que, de no hacerse el pago por espacio de tres meses seguidos, llega un trabajador de la JIAPAZ y realiza, aún contra los argumentos de los moradores de las viviendas, el corte correspondiente.

Todavía más. De algunos meses para acá, en el recibo de cobro se encuentra un concepto por alcantarillado que hizo más oneroso el costo del agua potable en los domicilios, lo que aportaría recursos frescos para que se realicen diversas obras de mantenimiento.

El argumento es que las redes de distribución son muy viejas y que algunas de ellas presentan fugas importantes o, de plano, se encuentran tapadas por el abundante sarro que se produce en las mismas. Llevamos años escuchando estas respuestas, ante el ir y venir de funcionarios, mientras que el problema persiste para las familias, que tienen que acarrear el agua de casas de familiares, o bien, hacer un desembolso para contratar el servicio de manera particular.

El esfuerzo se hace, dicen, con la habilitación de varios pozos en la zona de Guadalupe, lo que, en teoría, facilitaría que colonias alejadas o que se encuentran en zonas elevadas, cuenten con el líquido de manera más constante.

Los tandeos resultan un paliativo al problema, ya que se abastece por zonas poblacionales, pero ni la medida es respetada, pues pasan hasta dos semanas y ni gota sale de las tristes llaves.

La apuesta: el mega proyecto de la Presa Milpillas que pretende acarrear el agua desde aquella alejada región hasta el corredor que va desde Calera hasta Guadalupe, pasando por la capital del estado y colonias circunvecinas. Posiblemente sea esta la obra más grande en la actual administración y la que aportaría el líquido indispensable. Pero aún faltan muchas lunas y muchos soles para que llegue el primer litro. Mientras, hay que llamar a otra pipa.

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