Zacatecas, Zac.-Armando Mancillas vicepresidente Academia Nacional de medicina, presentó este jueves una ponencia denominada Mecanismos Neurobioquimicos de la Memoria, al término de la cual comentó que la Academia nacional de medicina es asesora de Gobierno Federal desde 1887, y siendo él mismo miembro del organismo, se encuentra al tanto de asuntos fundamentales de la materia en México.
Así, expuso que una vez planteado un problema de salud a la Academia, se hace un pleno de los miembros, para posteriormente ofrecer una propuesta a las autoridades, quienes al final de cuentas deciden lo que se hará en ese particular.

La principal función de la Academia es la investigación y el impulso al conocimiento, pero también opinar sobre cuestiones fundamentales de la salud de la población en cuanto a la medicina, incidiendo en políticas públicas para desarrollar nuevas ideas y que la población esté en mejores condiciones.

Ahora se enfrenta una serie de problemas en el campo de la medicina, tomando en cuenta los grandes avances tecnológicos y si se tiene un paciente de 70 años, por ejemplo, que requiere un trasplante del bloque corazón y riñón, si vale la pena realizarlo. El avance en la medicina es grande, pero cuatro pastillas para un paciente en estas condiciones van a costar, dijo el ponente, más de 180 mil pesos. Esto, por semana, y sólo para prolongar la vida un poco más.

La otra opción es luchar por la calidad de vida del paciente, con cuidados paliativos, y que son para todo tipo de paciente. Países mucho más poderosos que nosotros no invierten en estas situaciones, aunque dejan al enfermo en libertad para que se pueda tratar, si tiene las condiciones económicas para ello.

Por otro lado, la Academia da su opinión en cuanto a la formación de los estudiantes en las escuelas de medicina del país, y se aportan ideas sobre el tipo de médico que se requiere actualmente.

Otra de las cuestiones que se analizan es qué se va a hacer con una gran cantidad de médicos que no tienen especialidad, es decir, que se han quedado como médicos generales. Por algún motivo no pasaron el examen de admisión a la residencia, y que ahora se encargan de farmacias o a la distribución de fármacos.

Esta fuerza laboral e intelectual debe ser dirigida hacia la atención de un primer nivel médico en la población. En México hay déficit en cuanto a especialistas, y también en cuanto al primer nivel de atención. Se trata de médicos capaces, que atienden las necesidades básicas de la población y hay que impulsarlos.