Estrategias fallidas

Por Salvador del Hoyo

Zacatecas, Zac.-Tiros de “precisión” para debilitar al rival (político) es lo que observamos en la actualidad. Ya está en puerta la elección del 2018 y apenas comienzan a salir las “filtraciones” las “notas a modo” e información sesgada, precisamente para minar las fuerzas de los partidos –incluidos todos-. Todo se convierte en “guerra sucia”.El impacto mediático siempre ha sido una de las estrategias que acompañan informaciones de todo tipo. Hay que pegarle a los servidores públicos del partido en el poder. Hay que buscar la forma de exhibir los errores, presuntos actos de corrupción, mal uso de recursos públicos, etc. Lo importante es hacerlos quedar mal ante la ciudadanía.

Pero en la actualidad, la gente ya no cree (ni le interesa) la mayoría de este tipo de estrategias mediáticas. Con la alternancia que vivimos con dos sexenios de administración perredista, a nivel local y los dos de gobiernos panistas, a nivel federal, la sociedad se ha dado cuenta de que las cosas no mejoraron mucho.

Utilizar los medios de comunicación, aunado a las redes sociales, es una práctica común dentro de las actuales estrategias electorales, pero ¿hasta dónde resultan efectivas? Los ciudadanos ya no confían en la clase política. Es verdad que el partido en el poder ha tenido yerros (háblese de priístas, perredistas y panistas, en su momento), pero la “oposición” también ha mostrado deficiencias.

Los políticos (de todos los partidos) son señalados con dedo flamígero por no cumplir, en ocasiones, sus compromisos; son rechazados y vilipendiados. Los integrantes de la sociedad ya saben que vienen los procesos electorales y no muestran interés, precisamente por esas fallas constantes. Tristemente los pocos políticos que intentan cumplir (porque sí los hay), quedan perdidos entre todo el “mar” de decepciones.

¿Quiénes pierden con temas como el de la presunta “nómina secreta”, por ejemplo? Por supuesto que los señalados, pero también quienes denuncian tras “investigar”, inflar los números y publicar esa información. Un sector de la población rechaza a los servidores públicos tras esas “investigaciones”, pero otro más se va en contra de la denunciante porque, consideran que tampoco tiene la calidad moral para señalar.

Todo esto es parte de las estrategias que delinean los partidos (opositores, en este caso), para exhibir los presuntos actos de corrupción. Lamentablemente todos pierden porque la ciudadanía los cataloga como “más de lo mismo”. Según diversos estudios, los políticos tienen un marcado rechazo de los ciudadanos, muy por debajo de los policías y otros sectores.

Ya lo vemos a nivel nacional, con una serie de videos, notas periodísticas, señalamientos, spots y “filtraciones” que sólo buscan dañar a los contrarios. Vienen las elecciones en el Estado de México y todas las baterías están enfocadas a que sus candidatos resulten triunfadores y los opositores, perdedores, pero con estrategias erróneas. Por cierto, de ahí depende el futuro de la elección presidencial.

Esto ha generado el desinterés de las personas por participar en las votaciones. Esto ha provocado que cada vez menos gente acuda a votar el día de la elección. ¿Cómo es posible que se gane con un porcentaje de votación de menos del 50 por ciento? Estos se convierten en triunfos ilegítimos, porque la mayoría de los ciudadanos no ejercen su derecho al voto.

Gracias a las prácticas de todos los partidos, a las estrategias fallidas y a las nulas capacidades de algunos de los contendientes, los mexicanos deciden hacerse a un lado y dedicarse a sobrevivir porque tienen que sacar adelante a sus familias.

Si los políticos no cambian y dejan de fallarle a la sociedad, llegará el momento en que la sociedad actuará de otra forma y es lo que no queremos que llegue. Las manifestaciones de inicio de año dieron clara muestra del hartazgo y los excesos de la clase política de izquierda, de centro y de derecha. Nadie se salva.

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