ALTA VULNERABILIDAD AL GOLPE DE CALOR, EN LA TERCERA EDAD

La probabilidad de deshidratación severa ante la exposición a altas temperaturas ambientales que puede darse en personas de la tercera edad, se incrementa por la falta de atención familiar o a que viven aislados, siendo esta la causa principal en la muerte por golpe de calor en este grupo poblacional.

La exposición a altas temperaturas, que suele darse principalmente en la zona norte del paí­s, es el factor que normalmente desencadena la deshidratación, que en muchos casos compromete la salud de pacientes en edad avanzada, señaló el doctor Eduardo Rafael Sánchez Mejí­a, coordinador de Prevención y Atención a la Salud, de la Jefatura de Prestaciones Médicas de la Delegación Sur en el Distrito Federal, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Las personas de la tercera edad bien hidratadas tienen menos riesgo de sufrir consecuencias graves por el golpe de calor, no así­ los pacientes que presentan problemas de salud y al estar solos, no tienen manera de proveerse de lí­quidos, llegando fácilmente a la deshidratación por hipertermia corporal (incremento de la temperatura), que desencadena cambios fisiopatológicos en el organismo, llevándolos incluso a perder la conciencia, a convulsionar y al estado de coma, explicó el especialista en urgencias médico quirúrgicas.

Estas consecuencias difí­cilmente pueden revertirse sin aplicar un tratamiento estrictamente hospitalario, ya que es necesaria la hidratación intravenosa, y tras recuperar la conciencia, la hidratación ví­a oral.

Las secuelas que puede presentar un paciente anciano que sufre golpe de calor son daños severos al riñón y al cerebro por la falta de irrigación de sangre (isquemia), indicó el urgenciólogo.

La mortalidad de quienes sufren este trastorno ambiental es de hasta 90 por ciento, mientras el 10 por ciento restante sufre diferentes complicaciones y secuelas neurológicas, entre ellas la hemiparesia, hemiplejia, que implica la falta de movimiento, sensibilidad y/o función en la mitad del cuerpo o un brazo, una pierna o del conocimiento, esto secundario a isquemia o infarto cerebral.

Los mecanismos que regulan la hidratación se pierden con la edad, mayormente en quienes tienen diabetes mellitus, problemas de insuficiencia renal crónica y cardiaca, dado que sus tratamientos son a base de diuréticos que necesitan para equilibrar los lí­quidos en su organismo. “Aunque normalmente los adultos mayores toman sus medicamentos para estimular el orinar, frecuentemente no se proveen del lí­quido suficiente que reemplace al que pierden”, dijo el doctor Sánchez Mejí­a.

Los trabajadores sociales del IMSS vigilan de manera puntual que las personas de la tercera edad estén integradas a la familia; asimismo, identifican a los adultos mayores que viven en lugares lejanos y/o que no tienen apoyo familiar.

 “Vigilar que los pacientes de la tercera edad tomen sus medicamentos, alejarlos del calor extremo y además proveerles todos los medios necesarios para que tengan acceso a los lí­quidos suficientes para hidratarse, son las mejores medidas preventivas para evitar que el golpe de calor tenga consecuencias fatales en este grupo de alta vulnerabilidad”, concluyó el doctor Eduardo Rafael Sánchez Mejí­a.

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