Hoy en Mirador presentamos una crónica escrita y visual de la visita de las reliquias del beato Juan Pablo II a Zacatecas desde la perspectiva de nuestro compañero fotógrafo Alejandro Neri.
Sonaban apenas las ocho de la mañana en el reloj cuando ya algunas personas, en su mayoría señoras, se encontraban ya formadas a las afueras del gigante de cantera que es la catedral, que aún no abría sus enormes puertas que fueron labradas con paciencia centenaria al público en general y sobre todo a las reliquias del beato Juan Pablo II que un día antes habían llegado a Fresnillo, Zacatecas, sí ese lugar por donde parece que no pasó Dios pero sí las reliquias del Papa viajero.
Formada la gente compraba manteles, pósters, bolsas, relicarios, rosarios y escapularios que los oportunistas de cada fiesta religiosa salen a vender cada que hay regocijo, familias y niños agitaban ansiosos sus banderitas con el rostro del polaco, algunos vendedores descansaban sobre las banquetas mientras fumaban y desde el Sanborns los cocineros y las meseras salían al balcón a esperar el desfile primero y el carro después donde transportaban los artefactos del beato, mientras en el primer piso de la tienda, aprovechando también el fervor, sacaban a la luz una medalla conmemorativa con el rostro de Juan Pablo.
Los niños que pertenecen a colegios católicos no se salvaron de desfilar ni de gritar hurras al beato, aunque parece que fue mejor agitar banderitas y marchar que estar encerrados en un aula.
Al llegar el convoy a las puertas de Catedral, nos acomodamos a manera de valla para poder obtener una buena toma de cuando bajaran la figura de cera y la colocaran en el umbral para que el obispo la recibiera, empero los municipales, los de logística y los encargados de cargar la figura trataban de obstaculizar nuestra vista y uno de los âguarurasâ de las reliquias arremetió contra nosotros casi hasta el grado de intercambiar golpes con un compañero fotógrafo, lo que ocasionó un forcejeo entre las personas que estaban cerca para evitar que llegara a más.
Ya con los ánimos calmados, inició la ceremonia en el interior de la basílica, la misa a cargo del obispo, la gente se arremolinaba para poder ver y obtener una imagen con su celular de la imagen de cera del beato que reposaba al interior de una caja de plástico transparente y en el pecho un cruz con unos contenedores donde, dicen, está la sangre no coagulada que le da el pase libre para llegar a ser santo.
Gran parte de la caterva se quedó afuera esperando que los municipales les cedieran el paso, uno que no quiso se llevó de la boca de una viejita el âpinche pitufo culeroâ, mientras que por la puerta lateral, como siempre y sin dificultades, llegaba el alcalde de la ciudad con un traje gris igual que su gobierno a presenciar la misa y la figura que reposaba cerca del altar. ¿Cuando se terminará el privilegio para las autoridades que de seguro ni les importaba estar ahí como a otra gente que estuvo formada hasta cuatro horas para llegar a ver una figura de cera donde han puesto sus oraciones?
Afuera seguía la formación, el sol y sus rayos se desplegaban con sopor y la gente esperaba a impaciente a pasar hasta el altar de la basílica. Otros se conformaban con ver videos de Juan Pablo II que se proyectaban en una pantalla mientras en sus manos sostenían pequeñas figurillas del beato.
Adentro, adentro todo era pasión y fervor, señoras lloraban ante él y restregaban sus banderas, fotos, rosarios sobre la figura para bendecirlos, otro más le posaban un beso, mismo que era limpiado inmediatamente por los coordinadores del evento quienes sin darles tiempo tan siquiera a tomar una foto, los invitaban a salir.
Si no fuera por mi trabajo no me hubiera parado, incluso desde que supe que habría esa ceremonia y comencé a ver los preparativos me acosaron muchas preguntas. Primero ¿y el estado laico? Esto porque el gobernador fue a recibir a Fresnillo y ordenó a tránsito del estado que cerrara las vialidades del primer cuadro y la banda sinfónica del estado abrió el desfile con la Marcha de Zacatecas.
Otra pregunta que me acosó fue: ¿si hubiera sido la ceremonia de otro culto religioso se hubiera hecho lo mismo? ¿O por qué generalizan y piensan que todos los zacatecanos somos católicos?
Nosotros como ciudadanos toleramos estas ceremonias, a diferencia de la Iglesia que se muestra intolerante hacia otros cultos, que no tolera el celibato en sus hijos pero sí la pederastia, que no tolera la homosexualidad por considerarla una aberración pero sí acepta las narcolimosnas para construir más templos. Que está a favor de la vida y por siglos castigó de manera siniestra a aquellas personas que no se sometían a sus juicios, que reniega porque las ovejas de salen del rebaño aunque nos brinden una idea errónea del Dios como un ser castigador, vengativo, mismo que termina con el libre albedrío y se convierte en la cicuta del mundo y se traduce en mucha de la infelicidad de la gente.
Además la Iglesia no contribuye a la conformación de la democracia, discrimina a las personas que piensan distinto o se visten con pantalón corto y playera sin mangas, discrima y violenta a la mujer al decir que es por culpa de ellas que las violan, que las matan, por vestirse de manera provocativa. Es por eso que si no hubiera sido por mi trabajo, jamás me hubiera parado ahíâ¦jamás.
http://elcolmodeloraro.blogspot.com/2011/12/cronica-escrita-y-visual-de-la-visita.html
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