Como parte de las actividades del Festival Internacional de Cine de Aguascalientes, se llevaron a cabo dos conferencias magistrales con los invitados de honor: Sunao Katabuchi y Pablo Baksht, en representación de Carlos Carrera a quien se le está brindando un merecido homenaje. Ambas conferencias se realizaron en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

En la primera conferencia Sunao Katabuchi recordó los años en los que siendo estudiante tuvo su primer acercamiento con grandes directores que lo llevaron de la mano por el difícil camino del cine. Animado y sonriente comentó que una de sus primeras oportunidades fue con Hayao Miyazaki, con quien contribuyó en películas como Mi vecino Totoro, “porque él andaba buscando un guionista y yo estaba buscando trabajo”.

Después de algunos años en los Studios Ghibli, Katabuchi cambió en varias ocasiones de productora hasta que llegó a Madhouse, donde realizó Black Lagoon, una de sus series de televisión más reconocidas.

Ante un público entusiasta que se mantuvo atento en todo momento, el realizador japonés habló de lo difícil que es hacer cine, “en un inicio trabajábamos todos en casa de mi productora cuando estuvimos en Mapa; invadíamos toda la casa, la edición la hacíamos en la cocina”.

En una reunión muy animada explicó que no es nada fácil mantenerse en la línea de la animación, recalcando que “cada quien debe marcar su camino y seguirlo sabiendo que la paga es muy poca”. Pero todo ese esfuerzo ahora ha dado frutos porque en este momento se encuentra en la realización simultánea de varias películas, una de ellas es Las esquinas de este mundo, la cual considera es la más próxima a salir al mercado.

Al concluir, Sunao Katabuchi firmó el libro de invitados especiales de la Universidad Autónoma de Aguascalientes y recibió el premio Águila Real que le brindó el Festival Internacional de Cine de Aguascalientes por su participación como invitado especial.

Por la tarde, en una segunda conferencia magistral en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Pablo Baksht, productor de Carlos Carrrera, recordó que los dos tienen una amistad de hace más de 30 años, “porque nos conocimos en la escuela de cine”.

Al hablar sobre la historia del director mexicano, Pablo recordó que Carlos realizó su primer cortometraje a los 12 años y que siempre se ha mantenido muy productivo.

Uno de los mayores recuerdos que comparten es que en 1994 ganaron una Palma de Oro en el Festival Internacional de Cine de Cannes con el cortometraje El Héroe, lo que los ayudó a que su trabajo fuera más reconocido. “Ganamos a pesar de que nuestro corto era más pobre técnicamente. Fue ahí cuando descubrimos que lo que se hace con el corazón se hace bien”.

Durante la charla, Pablo reconoció: “algo que hay que destacar de Carlos es que a pesar de sus logros es de los pocos directores que ha decidido quedarse en México para seguir haciendo cine desde aquí, con los retos que eso implica”.

Al final de la reunión, Pablo dio algunos detalles de su última producción y comentó que “para Ana y Bruno, Carlos dibujó más de 4 mil cuadros a partir de los cuales hizo algunos cambios en la historia, que esperamos sea la película de animación de más alta calidad producida en México, porque queremos competir en el mercado internacional”. Después de 8 años de producción, Pablo considera que aún faltan dos años más para su conclusión.