Miguel en negación

Por: Gabriel Contreras Velázquez

Miguel Alonso1Zacatecas, Zac.-El poder Legislativo en Zacatecas, en franco desgaste, vive una de sus peores crisis políticas. El deterioro ha sido soportado, en buena medida, por el mayoriteo del partido oficial en este sexenio. Los acuerdos encuentran transigencia en la exclusión, y la propia “oposición” (por llamarla de algún modo) ha demeritado su posibilidad de contrapeso cuando uno u otro diputado es cooptado por el grupo más amplio.

Sin embargo, bajo el mismo esquema, utilizando los mismos canales de diálogo/presión, el gobernador ahora intenta introducir una iniciativa para el “saneamiento financiero” (eufemismo de endeudamiento) que representa, de origen, un costo político que ni los de casa quieren asumir.

En el simple hecho de que los diputados de su partido no hayan desmentido las variadas versiones que apuntan hacia la cerrazón de miembros de esa bancada, para siquiera llevar el tema al pleno, nos da una idea de lo deteriorados que se encuentran esos vasos comunicantes a los que recurre el joven mandatario, sin novedad en su diagnóstico del contexto.

La premisa es fácilmente ejemplificable. Primero, Miguel sigue utilizando un actor político lleno de negativos para realizar el “trabajo sucio” de la negocia. En su momento Francisco Escobedo tuvo el lugar, la movilidad, los incentivos (dinero) y el mapa operativo de intereses que jugaron en la pasada legislatura. Ni todo ello le garantizaba inmunidad, pero el ex secretario de Gobierno actuaba como si su investidura acarreara tal condición.

Un descuido aderezado de negligencia y altanería -que mostró en distintos momentos-, permitió que diputados de oposición desenmascararan el precio del voto de cada diputado para la aprobación del primer empréstito, en junio de 2011. A partir de ello Escobedo limitó su condición a un estigma de “corruptor” antes que negociador. Sin importar tal situación, el diputado federal (ya sin incentivos ni movilidad) vuelve a traspasar la división de poderes con resultados vergonzosos.

En su escandalosa empresa para convencer al diputado local panista, Mario Cervantes, se lleva de calle al Auditor Estatal y, otra vez, al gobernador. En ese punto de intersección encontramos el segundo nada novedoso error de Miguel. El mandatario no cuida sus posicionamientos y declaraciones en temas críticos.

Al día siguiente de haberse dado a conocer el audio de los muy sinceros esfuerzos del diputado Escobedo para con el diputado Cervantes, el ex secretario de Gobierno asegura que no trataban el tema de la aprobación del empréstito. Expuso algún “absurdo” para salir del paso. Dijo que tan sólo intercambiaba opiniones del panorama de inseguridad que se vive en el distrito electoral que comparte con su par local.

Dos días después, Miguel afirmaba lo que el diputado federal primero había negado. Y no sólo ello, calificó como “natural” el “buscar acuerdos y negociaciones” como “parte de la constante tarea legislativa” en donde “no hay nada oscuro”.

Así de contradictorias las versiones, así de descuidada la “operación política”. En ese estire y afloje dos temas fueron expuestos públicamente: uno -sin ser el centro de la confusión- el innegable panorama de inseguridad en Zacatecas. Y dos, lo que nos compete ahora: la minimización del Poder Legislativo en Zacatecas por la acción de mayoriteo.

Pero nada de ello no importa mientras todos los días, en sus gacetillas semioficiales -a las que insisten en llamarles “medios de comunicación”- sigan percibiendo una imagen inmaculada de su valor político y social.

Premisas como la de Ignacio Valenzuela, en su columna de este lunes 7 de Diciembre donde asegura que “el liderazgo de MIGUEL ALONSO continúa en ascenso y prevalece con más solidez” tan sólo abonan a la esfera de negación en la que se encuentra el primer círculo de gobierno.

Es claro pues, que para el Poder Ejecutivo local, la Legislatura lo es en tanto obedece al interés puesto en las iniciativas que le urgen a Miguel. No importa cuántas veces el gobernador llame a los diputados a “reflexionar” (invitó nuevamente la semana pasada), en el Legislativo no se ha visto -ni se verá- un debate abierto, con información de interés, y depurado -en distintos momentos- de simplismos y posturas políticas.

El Legislativo en Zacatecas, durante este sexenio, ha olvidado el supremo y soberano interés ciudadano, para convertirse en mera puja entre particulares.

Resulta pues un despropósito que incluso los diputados aliados del Verde Ecologista hoy quieran recobrar autonomía, y tácticamente exijan al secretario de Finanzas información sobre el empréstito, mientras ganan tiempo para incrementar el valor del voto por el endeudamiento. En su celosía con el partido del gobierno empujaron las condiciones internas del Congreso para llevarlas al punto de ingobernabilidad presente.

En la oposición la historia no es muy distinta. Cuando a los panistas convino, empujaron iniciativas con el bloque oficial. Los perredistas lo hicieron con llevar quórum al pleno. La izquierda radical estuvo ahí para venderse como una oposición pura y férrea, sin resultados palpables.

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