Cero tolerancia a la violencia política contra las mujeres: Lorena Cruz

Es momento de actuar, de alzar la voz.

Por Sara Lovera

LorenaMérida, Yucatán.- Lorena Cruz Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) pidió aquí: “Cero tolerancia a la violencia política contra las mujeres. Cero tolerancia a quienes violenten nuestros derechos. Nuestra enérgica condena contra el incalificable homicidio de Gisela Mota”, quien fuera ultimada el primer día de su desempeño como alcaldesa de Temixco, Morelos”.

En el histórico teatro José Peón Contreras, a convocatoria de la Comisión de Igualdad de la Cámara de Diputados, y en el marco del centenario del Primer Congreso Feminista de Yucatán, Lorena Cruz describió cómo se enfrentarán las mujeres que desean participar en la vida nacional y el conjunto de resistencias y obstáculos que tendrán que sortear.

Y mencionó: registros fraudulentos de candidatas; exigencia de los partidos para que firmen renuncias en blanco antes de proponerlas como candidatas; registro de mujeres a distritos perdedores.

También dificultades para acceder a recursos para campañas; desestimación y descalificación de las propuestas; agresiones verbales estereotipadas y discriminatorias, agresiones físicas, violencia sexual, acoso e incluso asesinatos.

Tras destacar la importancia de la historia, especialmente la construida por las mujeres, expresó su gratitud para quienes en Yucatán, hace 100 años, dejaron como legado muchos de los avances que hoy disfrutan a las mexicanas.

Es nuestro deber, reconocer con generosidad y gratitud a todas las mujeres feministas que lograron avances en el siglo XX a partir del histórico acontecimiento, dijo.

La responsable de la política de género en la administración federal, afirmó que hoy hay que considerar que los avances continúan, entre mujeres plurales, diversas, diferentes con una sola meta: igualdad, ni más ni menos.

Y reiteró lentamente, mientras el teatro estaba lleno y su concurrencia aplaudía a la funcionaria:

Tolerancia cero a la violencia.

Igualdad formal, real y cotidiana; igualdad sustantiva.

Igualdad en el hogar, la comunidad, el municipio, la escuela, el trabajo.

Igualdad política, ciudadana y democrática.

Lorena Cruz Sánchez recomendó, reconocer sin regateos, que la igualdad en las candidaturas en los congresos federales y locales conquistadas recientemente fue gracias al trabajo incansable de las organizaciones de la sociedad civil y a la iniciativa presidencial, pero su raíz “se debe al camino abierto por las grandes precursoras”

Y las nombró, Elvia Carrillo Puerto, Hermila Galindo, María Lavalle, Amalia González Caballero de Castillo Ledón, Adelina Zendejas, “muchas invisibilizadas, que imaginaron la igualdad como un derecho y que alzaron la voz en nombre de millones de mujeres, que concibieron y dieron fuerza a una reivindicación hoy impostergable: la igualdad”.

En el siglo pasado, las sufragistas utilizaron la palabra impresa para reclamar sus derechos. Escribieron y difundieron sus ideas sobre derechos e igualdad, alzaron su voz, argumentaron, corrieron riesgos y fueron vituperadas, descalificadas y encarceladas, pero no dieron marcha atrás.

Hoy no podría admitirse dar marcha atrás.

En la conmemoración, la funcionaria reconoció y dijo que la lucha de estas insignes precursoras abrió el camino de participación, de compromiso, de valentía y de defensa de nuestros derechos económicos, sociales y políticos.

“A todas esas mujeres que hace 100 años participaron en el primer congreso feminista, les debemos poder votar y ser electas, nuestra inserción en el trabajo remunerado, nuestros derechos sexuales y reproductivos. Les debemos nuestro derecho a ser libres y autónomas y a decidir conforme a nuestras aspiraciones y deseos.”

Por esa voz ganada, dijo Lorena Cruz, las mexicanas hoy pueden denunciar la violencia de género.

Y agregó que, por el trabajo de las ancestras, muchas mujeres, en distintas acciones, políticas y gubernamentales continúan haciendo su tarea.

Hace 100 años, Hermila Galindo envió al Constituyente la solicitud de derechos políticos para las mujeres. Sin embargo, su petición fue desechada bajo el misógino argumento de que: “las mujeres no sienten la necesidad de participar en los asuntos públicos”.

Falso, queremos y vamos a participar.

Y repitió el llamado a “cero tolerancia respecto de la violencia política contra las mujeres”.

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