Zacatecas, Zac.- Acompañados de ritmos tradicionales mexicanos y de  letras que tienen como objetivo âdivertir y sacar ese niño interno que todos tenemos dentroâ, se presentó el espectáculo âCuando yo era niñoâ, del grupo poblano Monedita de Oro.
En un concierto lleno de humor, energía y buena vibra se presentó este grupo en el marco de actividades del XXV Festival Cultural, Zacatecas 2011, en la Plaza 450.
El espectáculo comenzó con âLas suegrasâ, que los niños gritaron: âY mi suegra está en el baño rasurándose el bigoteâ; inmediatamente tocaron âPanza y lombrizâ, lo que hizo que las y los niños zacatecanos disfrutaran al máximo este concierto.
El tema denominado âLas telenovelasâ se lo dedicaron a las mamás, âquienes se apoderan del televisor por la noche para ver los capítulos de su novela favoritaâ, al tono de âOye mamá, tú ya ni la amuelas, tú ya ni me pelas, nomás estás pensando en las telenovelasâ. Las madres se rieron y aprobaron el gesto musical.
Después, vino âEl bolero chidoâ dedicado a los niños que trabajan para subsistir en una sociedad que no les da un espacio digno. El grupo poblano interactuó desde el principio hasta el fin del evento.
Chicharroneros, algodoneros y chicleros hicieron su agosto en diciembre con las ventas de sus productos, ya que el mercado potencial se encontró a su merced: los niños.
De pronto, Juan Morales, vocalista del cuarteto dijo: â¿Quién quiere más a su papá?â, a lo que se oyó un â¡Yo!â Al unísono, âPapá, papá, papá panzón, tomando tu cerveza frente al televisorâ coreó la multitud.
La plaza estuvo llena, las familias abarrotaron el Bonampak. Alfredo, Erick, Juan y Nicolás hicieron bailar a chicos y grandes.
Después de la euforia de âPapá panzónâ tocaron âCarnalesâ. Todas las canciones a ritmo de cumbia, ska y rock hicieron mover a más de uno. Le siguió âLas mamás tienen radarâ, canción con la que una madre de familia no paró de bailar.
âLos fresotas y los rockeros comen su taco de suadero, y ahora vamos a decir guau, guau, guau, porque dicen que ahora los hacen de perroâ, vocalizó Juan, y lo acompañó el conglomerado presente.
El concierto terminó, no sin antes pedir ¡Otra! ¡Otra! ¡Otra! â100 pesosâ, âEl mercado de mi puebloâ y âEl compadreâ fueron las canciones tocadas, cerrando así un concierto poco visto y escuchado con un gran sentido del humor apto para todo público.