Zacatecas, Zac.- Raúl Estrada Day, director general de los Servicios de Salud de Zacatecas (SSZ), señaló que, de manera contundente, se debe actuar con educación y promoción de una buena cultura de la salud desde la etapa preescolar para evitar el sobrepeso y la obesidad.
InformóÂ que, si un niño de alrededor de cinco años es obeso, está en riesgo que durante 20 ó 30 años sufra algún padecimiento crónico como diabetes, por ello, se debe pensar en el futuro desde la niñez, cambiando los estilos de vida.
El titular de los Servicios de Salud consideró importante, para disminuir estos problemas, promover el consumo de agua natural y la disminución de refrescos y café, así como la práctica de actividad física, algo que pareciera estar ausente entre la población.
A su vez, dio a conocer que en las niñas y los niños algunos de los factores predisponentes para tener obesidad son los inadecuados hábitos de alimentación en la familia, actitudes sedentarias, así como el que los propios padres sean obesos.
Asimismo, el exceso en el consumo de golosinas y/o comida chatarra, ver diariamente más de tres horas de televisión y el uso de controles remotos y teléfonos celulares.
Estrada señaló, además, que en los últimos 20 años se triplicaron el sobrepeso y la obesidad de forma casi imperceptible, debido al cambio en los estilos de vida, influenciados por otros países y por el ritmo de vida de la población.
Al pretender crear conciencia, el titular de los SS, subrayó que, si bien la esperanza de vida ha aumentado, los últimos años pueden ser de sufrimiento cuando llegue el día en el que la persona dependa de una máquina de diálisis, sea objeto de una amputación, quede invidente o padezca alguna otra discapacidad, como consecuencia de las enfermedades crónicas.
Finalmente, se refirió al tratamiento para evitar la obesidad y destacó la importancia que representa la educación en este sentido, así como vigilar el consumo de alimentos que puede causar este padecimiento, fijar horarios de comida y el lugar de consumo de los alimentos, promover una buena masticación y, sobre todo, no consumir golosinas como premio.