De no ser pobres, 4 millones de mujeres se habrían salvado
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, DF.(CIMAC).- En los países de ingreso bajo y medio la tasa de mortalidad de niñas y mujeres en relación con la de los hombres es más elevada que en los de mayor ingreso, sobre todo cuando ellas están en edad reproductiva, ya que persisten altos índices de decesos ligados al embarazo, parto y puerperio, señala el Banco Mundial (BM).
De acuerdo con el âInforme sobre el Desarrollo Mundial 2012, Panorama General Igualdad de Género y Desarrolloâ, el BM reporta que la muerte materna (MM) es el principal factor que contribuye al âexceso de mortalidad femeninaâ en mujeres de 15 a 59 años de edad.
El estudio indica que el exceso de esa mortalidad equivale a 3.9 millones de niñas y mujeres menores de 60 años que no habrían fallecido si hubieran vivido en un país de alto ingreso.
De los casi 4 millones de decesos evitables, dos quintas partes fallecieron cuando tenían entre 15 y 59 años de edad. El exceso de mortalidad femenina en este grupo está relacionado con las tasas âpersistentemente elevadas de muerte maternaâ, sobre todo en gran parte de ífrica y Asia meridional.
Por ejemplo, en Afganistán, Chad, Guínea-Bissau, Liberia, Malí, Níger, Sierra Leona y Somalia, una de cada 25 mujeres fallecerá a causa de complicaciones relacionadas con el parto o el embarazo. Y una proporción âmucho mayorâ tendrá padecimientos de salud a largo plazo a consecuencia de atención inadecuada en el parto.
De acuerdo con el informe, en las dos últimas décadas, sólo 90 países experimentaron una disminución de 40 por ciento o más de sus tasas de MM, mientras que en 23 países se observó un aumento.
El Banco Mundial afirma que los avances en la reducción de la MM no han mejorado con el aumento de los ingresos en las naciones. India es un ejemplo claro, pues aunque en los últimos años registró un crecimiento económico âextraordinarioâ, su tasa de MM es casi seis veces mayor a la de Sri Lanka.
Ello se debe âexplica el organismo multilateralâ a que la prestación de servicios de salud sigue siendo deficiente.
La situación empeora en âmuchas partes del mundoâ porque existen ânormas socialesâ que influyen en la conducta de las familias, y dificultan que las mujeres reciban atención médica oportuna, aun cuando los servicios sean accesibles.
Es por eso que en México y Guatemala, debido a estas ânormas socialesâ, se dificulta que las mujeres acudan a los hospitales o centros de salud, ya que en algunas regiones ellas no pueden ir a los servicios sin la autorización de su cónyuge, sus padres o suegros, como lo ha reportado Cimacnoticias.
Por otra parte, la fecundidad elevada, que es en parte consecuencia de los bajos ingresos, acentúa el problema en países de ífrica subsahariana.
Otro aspecto que ha impactado en el exceso de mortalidad femenina en las mujeres en edad reproductiva es el aumento de la prevalencia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH/Sida) en las mujeres, sobre todo en ífrica oriental y meridional.
El BM concluye que abatir la mortalidad femenina debería ser âuna cuestión prioritaria para la comunidad mundial dedicada al desarrolloâ.