ONU LLAMA A PROTEGER A NIÑAS Y JÓVENES INDÍGENAS

indigena

Son más vulnerables ante explotación sexual y laboral
 
Por Anaiz Zamora Márquez

México, DF. (Cimacnoticias).- A nivel mundial las niñas y jóvenes indígenas sufren violencia dentro y fuera de sus comunidades, son las más vulnerables de ser explotadas laboral y sexualmente, así como de ser agredidas y violentadas durante los conflictos armados, pese a ello son “invisibles” para las leyes nacionales y los acuerdos y tratados internacionales a favor de las mujeres.

El informe “Rompiendo el silencio en la violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes indígenas. Un llamado a la acción” da cuenta de las formas de violencia que enfrenta este grupo poblacional dentro de sus comunidades y fuera de ellas.

Elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ONU-Mujeres, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre otras instancias, en el informe se aborda la violencia que sufre la población femenina indígena en Asia, África y América Latina.

Se advierte que la violencia contra las jóvenes indígenas debe ser entendida desde un contexto más amplio, pues han sido víctimas de una continua e histórica marginación, por lo que las niñas y las adolescentes además de violaciones a sus derechos individuales, también ven transgredidos sus derechos colectivos.

Las jóvenes indígenas carecen de pleno acceso a la educación, tienen un estatus económico bajo, y no acceden a los servicios de anticoncepción, por lo que son vulnerables ante las infecciones de transmisión sexual (ITS) y el VIH/Sida.

También afrontan la violencia de género en sus relaciones sociales, de familia y de pareja, la cual está relacionada principalmente con agresiones sexuales, emocionales o físicas.

A lo anterior se suman los matrimonios tempranos, que en algunas comunidades llegan a ser permitidos desde los 15 años de edad, lo que arriesga la vida y el desarrollo de las niñas indígenas.

Por ejemplo, en Bolivia –donde 62 por ciento de la población es indígena– el rango de edad de las mujeres casadas pertenecientes a grupos étnicos oscila entre 15 y 49 años; de ellas el 29 por ciento reportó haber sido víctima de violencia sexual por parte de su pareja, mientras que en algunas provincias el 41 por ciento fue víctima de violencia psicológica.

Igualmente, las jóvenes indígenas son las principales víctimas del desplazamiento forzado a causa de la pobreza extrema que se vive en sus comunidades, y el limitado acceso a la cultura y a apropiados servicios de justicia.

Dentro de este escalón también se identifican los conflictos armados y la militarización ante los cuales las niñas y jóvenes indígenas son sumamente vulnerables de ser agredidas sexualmente, o de ser “puestas al servicio” de los grupos armados.

La explotación laboral es más común entre la población indígena. Por ejemplo, el 24 por ciento de las y los menores de edad entre 5 y 17 años insertos en el mercado laboral son mujeres de grupos autóctonos.

En Guatemala se estima que 65 por ciento de las trabajadoras del hogar son indígenas y que pertenecen a familias pobres que envían a sus hijas del campo a la ciudad, para generar ingresos y donde ellas trabajan más de 14 horas.

En el informe, la ONU llama a los países miembros a que elaboren políticas públicas para atender la violencia de género que sufren las jóvenes indígenas.

Recuerda que la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas especifica en su artículo 22, que “las mujeres y niñas indígenas gozarán de la total protección y garantía contra todas las formas de violencia y discriminación”.

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