Comienzan a trabajar los jóvenes científicos de Cátedras Conacyt

cyd-021014-portada-gMéxico, D.F.-La gran mayoría de los 574 nuevos investigadores contratados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en su programa Cátedras Conacyt para Jóvenes Investigadores  ya han comenzado a trabajar, informó Julia Tagüeña, directora adjunta de Desarrollo Científico del organismo.

Explicó que son muy pocos los que faltan por incorporarse a las instituciones académicas para realizar proyectos de investigación que buscan solucionar problemas nacionales.

Desde su convocatoria, en febrero de este año, el programa de Cátedras Conacyt definió una serie de retos y el de Desarrollo Tecnológico fue el que obtuvo el mayor número de jóvenes investigadores, con 135 catedráticos.

Le siguieron Salud (91) Desarrollo Sustentable (86), Medio Ambiente (70), Conocimiento del Universo (58), Energía (55) y Sociedad (54), describió Tagüeña Parga, doctora en física e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.

“Esta es una radiografía del país, porque nos dice lo que las instituciones piden y dónde tenemos formación o riqueza humana”, destacó.

El programa de Cátedras Conacyt marca el inicio de una nueva forma de contratación de investigadores que en su primera edición obtuvo 574 nuevas plazas y para la siguiente campaña podrá contar con más de 200, según el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2015.

Con este proyecto los jóvenes graduados de los programas de doctorado vienen a llenar un hueco en la contratación de nuevos investigadores que, hasta ahora, había estado truncada por la falta de plazas en las instituciones de educación superior.

“Es una forma diferente de hacer ciencia, en el sentido de que es personal que está contratado por Conacyt y  asignado a una dependencia pero que no pertenece a ella administrativamente hablando, entonces, tendrán una movilidad diferente”, precisó.

Han transcurrido varios meses desde la apertura de la convocatoria hasta el momento en que han comenzado a trabajar. El proceso comenzó con la convocatoria para que instituciones educativas de todo el país propusieran proyectos de investigación al Conacyt que buscaran dar solución a algunos de los problemas que enfrenta México.

Al mismo tiempo, los jóvenes doctores que han sido becados por el Consejo y que permanecen en México  o residían en el extranjero solicitaron a la dependencia su incorporación a un padrón de excelencia informando sobre su disponibilidad, así como sus líneas de interés en investigación.

Una vez que los proyectos fueron seleccionados, las universidades tuvieron acceso al padrón de jóvenes y pudieron realizar entrevistas y recibir una carta de aceptación para ser incorporados a las instituciones.

“Nos ha sucedido que una misma persona decía que sí a cuatro instituciones y en ese momento, el comité directivo tomó la decisión de integrarlo a una de ellas, lo cual dejaba un hueco que había que llenar con el siguiente investigador que cumpliera los requisitos. Fue un proceso complicado, pero nos permitió publicar la lista de resultados”, recordó la investigadora.

Una vez que el proyecto fue seleccionado, así como él o los jóvenes a contratar, el Conacyt debió establecer convenios de colaboración con cada una de las instituciones beneficiarias donde se ha revisado caso por caso para ofrecer las mejores condiciones laborales al joven investigador.

Lo anterior se debió a que si bien la Institución beneficiada no tiene ningún acuerdo laboral (esta se concreta completamente con el Conacyt), sí tiene un total compromiso académico.

El convenio tiene además un anexo que es el plan de trabajo en el que queda establecido sobre qué va a trabajar cada persona y las facilidades que la universidad le deberá otorgar, porque debe tener acceso a un laboratorio, oficina, etcétera.

Julia Tagüeña indicó que quedó establecido que Conacyt no interferirá con las políticas de las instituciones, se respeta al cien por ciento su autonomía y decisiones, y se dejan en claro las responsabilidades de todos los actores de este proceso.

Como un ejemplo de la flexibilidad del programa, la responsable de Desarrollo Científico del Conacyt precisó que “uno de los lineamientos claramente indica que si el investigador no se acopla a la institución, ésta no tiene por qué quedarse con él, y si el investigador se siente maltratado no tiene tampoco por qué quedarse. Lo que espero es que haya una buena voluntad por parte de todos”.

Las contrataciones de la primera edición de esta convocatoria están por terminar y el trabajo realizado hasta ahora implicó, en palabras de Julia Tagüeña, una labor titánica para todo el Conacyt.

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