¿Televisa Zacatecas por la libre?

Agenda Política

Gabriel Contreras Velázquez

Zacatecas, Zac.-”Televisa es una institución privada, pero con una conexión muy fuerte con el gobierno. Su imagen debe ser cuidada con el visto bueno del gobierno del estado. No cualquiera que venga a manifestarse, y menos si no tiene permiso, pues… entonces estamos cuidando que no entren a Televisa.”

Jesús Pinto Ortiz, Secretario de Seguridad Pública del estado, en esas sencillas y asimilables líneas (muy a su estilo poco embrollado y simplón) resumió sucintamente la naturaleza del conflicto que se desató la semana pasada en las instalaciones de Televisa Zacatecas, cuando un dispositivo de seguridad con alrededor de 200 custodios estatales (una verdadera exageración), resguardó las instalaciones de la empresa de comunicación con el objetivo de evitar una “posible riña” con aproximadamente 400 maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

Ese mismo día, jueves 9 de Julio, profesores de la Coordinadora en Aguascalientes, Colima, Durango, Estado de México, Guerrero y Tabasco, presentaron igualmente movilizaciones en contra de la Reforma Educativa en sus estados con paralización a vialidades, paralización en Legislaturas, y paralización de oficinas de gobierno.

La estrategia, a nivel nacional, forma parte de las presiones de este gremio de docentes “disidentes” para resguardar las prebendas políticas (plazas y bonos especiales federales y estatales) que han obtenido mediante una serie de concesiones políticas, y que están en riesgo al ponerse en práctica el Sistema Nacional de Evaluación Educativa (fondo de la reforma).

Destaca en todo este escenario, que Zacatecas sea de las pocas entidades a lo largo del desarrollo del conflicto político de la disidencia radical en contra la reforma (junto con Oaxaca, Guerrero y, más comúnmente, el Distrito Federal), en donde los docentes hayan buscado paralizar las instalaciones locales de la conocida empresa de medios.

Ahora bien, el choque entre estos dos grupos políticos en el estado responde a antecedentes inmediatos. Desde hace un par de semanas Televisa Zacatecas ha iniciado una campaña de comunicación política que busca desprestigiar (más de lo que ya está a nivel nacional) ante la opinión pública, la lucha de la docencia radical.

Las notas no esconden la falta de neutralidad ante los hechos, y las editoriales de sus colaboradores y locutores en los noticieros estelares, en los últimos días, han sido una abierta invitación a medir fuerzas con ese grupo de docentes.

El pasado miércoles 8 de Julio, en el noticiero nocturno de la televisora, la presentadora Korina Bárcena reprodujo textualmente un mensaje en contra de los docentes (palabras más, palabras menos) invitándolos a incorporarse al Sistema Nacional de Evaluación y mostrar en las aulas sus capacidades, no en las calles, con el bien común de anteponer el interés de los educandos.

La editorial, aunque vestida de humildes anatemas, va directamente al núcleo de la disputa: deslegitimar ante el ojo del auditorio la lucha de la disidencia docente.

¿Era necesario el mensaje? ¿Era el momento para esa editorial? ¿En Zacatecas la disidencia es tan fuerte y genera tanta inestabilidad como en Oaxaca, Guerrero y Michoacán? ¿No era más fácil minimizar al contrario mediante la ausencia de información en sus noticieros, con algunas pocas notas que impactaran en los recursos negativos del contrario, sin entrar en editoriales provocativas?

No se puede obviar que la televisora ha sido un actor político que históricamente ha facilitado la relación con los presidentes y gobernadores. Cuidan su imagen, levantan murallas en contra de sus enemigos, los cuestionan, desprestigian, escandalizan e inculpan públicamente.

Pero en esta ocasión el diagnóstico de la televisora, en vez de favorecer el escrutinio público que apoye el Sistema Nacional de Evaluación Educativa, inició un conflicto que en el mediano plazo legitima el discurso disidente de la Coordinadora, ya que afirman la colusión de los intereses del gobierno con la estructura de comunicación masiva tanto en lo local como a nivel federal.

No había un espectro de crisis, ni de radicalización, ni de amenaza abierta a las condiciones de gobernabilidad en el estado (como si ha ocurrido en Oaxaca y Guerrero), para prestarse al juego de desprestigiar a un contrario que a nivel nacional se encuentra ya en la picota pública.

En mal momento Gobierno del Estado demuestra el tándem comunicativo que mantiene con Televisa Zacatecas. El problema que asoma es la falta de anticipación. ¿Hay diálogo entre el encargado de Comunicación Social de Gobierno, Guadalupe Soto Landeros, con el jefe de información en la televisora? ¿Conocía de las editoriales? ¿Consintió el desarrollo de las notas imparciales?

Es eso, o que la línea informativa de la televisora no necesite pasar necesariamente por los controles gubernamentales que ampara. En ambos lados la situación no parece sencilla. Estamos en el proceso de una sucesión/transición precoz. El ambiente previene disputas internas poco prudentes y los ánimos tienden a presentar malestares irreconciliables.

¿Y además le picamos la cresta a una corporación radical?

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