¿Miguel sabe jugar golf?

Por: Gabriel Contreras Velázquez

Miguel AlonsoZacatecas, Zac.-El arribo de Roberto Luévano Silva a la Delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación en Zacatecas, el pasado 12 de abril, ha dado a Miguel Alonso una bocanada de aire y lo tiene metido hoy en una aventura mediática nacional.

Todo inició con una visita a las instalaciones de SAGARPA en la Ciudad de México el pasado 14 de junio. José Calzada Rovirosa, ex gobernador de Querétaro -reconocido entre analistas y periodistas por su sensibilidad política- dio la bienvenida a Miguel a su despacho en la calle de Municipio Libre, dentro de la colonia Santa Cruz Atoyac, ubicada entre Avenida Universidad y el Parque de los Venados. Una zona de ingreso medio alto, en la Delegación Benito Juárez del Distrito Federal.

Antes de iniciar con la reunión que tenía como objetivo gestionar recursos extraordinarios de la SAGARPA por el orden de los 90 millones de pesos, como se consigna en el Boletín de Prensa que corrió Comunicación Social de Gobierno del Estado aquél martes 14, Rovirosa soltó al gobernador saliente la exhortación: “¿Ya listo para incorporarte al Gobierno Federal?

Testigo de la sorpresa con que Miguel recibía la invitación de parte del titular de la Secretaría de Agricultura, Roberto Luévano hacía gala de su capacidad para abrir puertas en el Gobierno Federal. Las más importantes: las de Aurelio Nuño en la Secretaría de Educación Pública y en el diario “La Razón”.

La estupefacción del momento fue compartida por Silverio López Magallanes (secretario del Campo en Zacatecas), Enrique Flores Mendoza (ex secretario del Campo, actual presidente municipal electo de Guadalupe), y Esteban Herrera Ugarte (titular de Planeación), asistentes protocolarios que tuvieron la oportunidad de escuchar de primera mano la invitación que Pepe Calzada deslizaba a Miguel.

La siguiente parte de la historia la hemos conocido en las últimas semanas. Columnas de rumores y trascendidos, tanto en lo local como a nivel nacional, coincidentemente dan lustro a los supuestos logros de la supuesta estrategia electoral del gobernador Alonso en la elección del 5 de Junio.

Esa suerte de autopromoción ya ha sido difundida en al menos tres editoriales de diarios nacionales: Rozones (La Razón), Confidencial (El Financiero) y Trascendió (Milenio).

La respuesta de Alonso a Calzada se tradujo en unos cuantos párrafos propagandísticos donde la premisa central manifiesta que después de la pasada elección local la entidad sigue siendo un estado fundamentalmente priista. Terreno donde la familia Monreal –brazo operativo de López Obrador- perdió una segunda oportunidad (en 2010 ellos declinaron voluntariamente) para instalarse en el Gobierno Estatal.

En dichas editoriales se ha candidateado a Miguel para participar en la renovación del Comité Ejecutivo Nacional del Revolucionario Institucional. Hipótesis bastante alejada de la disciplina priista si tomamos en cuenta 12 años de militancia perredista de Alonso Reyes.

Podría sustituir también, dicen, a José Antonio Meade Kuribreña por un supuesto relevo en la Secretaría de Desarrollo Social. Igualmente se ha dicho que podría ocupar la cartera de la Comisión Nacional del Agua, actualmente presidida por Roberto Ramírez, reemplazo de David Korenfeld.

Pero la urgencia de Miguel Alonso por aparecer en el anaquel nacional podría disminuir el momentum por el que atraviesa una vez que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha dado a conocer en su informe “OECD Regions at a Glance 2016” que en México, el estado con mayor percepción de crecimiento de la corrupción en el gobierno es precisamente Zacatecas.

A la pregunta: ¿cree usted que “la corrupción se ha diseminado a lo largo del gobierno de su país o no?” la mayoría encuestada en Zacatecas ha respondido afirmativamente.

El periodo de tiempo que se examina en el informe abarca de 2006 a 2014, esto es: los cuatro últimos años de la administración de la ex gobernadora Amalia García Medina, los primeros cuatro años del actual sexenio de Miguel Alonso, el total del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, y dos años de la administración presidente Enrique Peña Nieto.

La situación es o no menor dependiendo del consenso que haya en torno a la incorporación del zacatecano al Gobierno Federal. Si Peña Nieto puede dejar a un lado las constantes acusaciones y evidencias de corrupción e impunidad durante el sexenio de Miguel Alonso, el gobernador saliente no tendría problema en concluir su ciclo en la administración federal.

No sería el primero ni el único caso. Raymundo Riva Palacio, periodista “regularmente bien informado” según las voces editoriales zacatecanas, ya adelantaba en su artículo “Peña, el estilo de gobernar” del pasado 27 de Junio que “Al golf es invitado permanente desde que terminó su gobierno en Nuevo León, Rodrigo Medina, como señal de protección frente a las imputaciones de corrupción que le endilga su sucesor.”

¿Miguel Alonso tendría lugar en una partida de golf o en un espacio del gabinete federal?

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