Por: Dra. Norma Julieta del Río Venegas
Zacatecas, Zac.-Cada año, quienes nacimos en Zacatecas pero residimos en la capital del país nos reencontramos con nuestras raíces a través de una tradición entrañable: el Día del Zacatecano en la Ciudad de México. Esta conmemoración va más allá de un acto protocolario, es un abrazo colectivo a nuestras costumbres, a la tierra que nos vio nacer y a la identidad que llevamos con orgullo, aun fuera de nuestras fronteras.
La edición 2025 del Día del Zacatecano nos convocó una vez más en la Rotonda de las Personas Ilustres para rendir homenaje a uno de nuestros máximos referentes literarios: Ramón López Velarde. Colocar una ofrenda floral en su honor no solo recuerda al poeta de “La Suave Patria”, sino que reafirma el legado de un estado que ha dado a México talento, cultura y compromiso cívico.
Como zacatecana que vive y trabajó en la capital, este encuentro tiene para mí un profundo significado. Participar de manera constante en esta celebración es una forma de honrar a quienes construyeron el Zacatecas del que venimos y al que no dejamos de pertenecer. Es también una oportunidad para reconocer a otras y otros zacatecanos que desde distintas trincheras como la educación, la cultura, la política o el servicio público, continúan dejando huella.
Este 2025, la ceremonia fue encabezada por María de Jesús Muñoz Reyes, directora del Instituto Zacatecano de Cultura, en representación del Gobernador David Monreal Ávila, y contó con la presencia de Sofía Ramírez Gómez, reconocida con el Premio Iberoamericano Ramón López Velarde. Mujeres que representan la fuerza, el talento y la tenacidad de nuestra gente.
Lo que ocurre cada junio en esta celebración no es menor, es un ejercicio de memoria, pero también de reafirmación comunitaria. Ya que posteriormente en el Lienzo Charro La Villa pudimos transmitir nuestra gastronomía, música y celebración. Estos espacios de encuentro nos recuerdan que la identidad no se borra con la distancia, al contrario, se fortalece.
Desde mi trabajo en el ámbito nacional por la transparencia y los derechos, he aprendido que el servicio público debe estar enraizado en los valores. Para mí, Zacatecas es responsabilidad, trabajo digno, palabra cumplida. Por eso, mientras tenga voz y convicción, seguiré alzándola por mi estado, en cualquier lugar donde me encuentre.
El Día del Zacatecano no es solo para recordar, es para proyectar. Porque en cada celebración se renueva la promesa de volver, de aportar, de no olvidar de dónde venimos. Y en ese camino, seguimos juntas y juntos, escribiendo nuevas páginas para el Zacatecas que soñamos.
@JulietDelrio
