Creando una zona de invisibilidad

México, D.F.-Para lograr ser invisibles se necesitan cuerpos de una negrura absoluta o de una transparencia igual de absoluta, eso sería lo lógico. Sin embargo, la posibilidad física para lograrlo es más compleja.

“Invisible”. En el libro El Nombre de la Rosa está la respuesta no-visible. Para ser invisible se necesita no ser visible para el ojo; lo que nos lleva a descifrar cómo vemos. Lo que hacemos cuando vemos es captar la luz que reflejan los objetos, por lo que tenemos dos opciones: crear cuerpos que no reflejen luz… o engañar al ojo, sostuvo Rubén Barrera Pérez.

Sin embargo, para engañar al ojo, se requiere conocer a la perfección cómo se comporta la luz, por lo que el investigador del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se ha dedicado a estudiar las propiedades de la luz y el fenómeno de invisibilidad.

“La luz se refracta, se dobla. Para saber cuánto se dobla existe el índice de refracción. Si tiene un índice de refracción igual a uno quiere decir que la luz no refracta, pasa de largo, igual que el índice del aire o de la nada es transparente”, explicó Barrera Pérez.

Para crear una zona de invisibilidad se requiere manipular el camino de la luz y su índice de refracción, para que la luz de la vuelta al objeto que se quiere volver “invisible…”

“La idea es controlar los caminos de luz para generar zonas de invisibilidad a través de objetos transparentes, pues con ellos se logra desviar el camino de la luz para lograr zonas de invisibilidad imperfecta con lentes convexas o con objetos compactos que manejan una óptica de gradiente, donde la luz se refracta de manera más tenue”, comentó el también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.

El especialista también hizo notar que la luz siempre va a la misma velocidad no importando el espacio ni el tiempo; así que para lograr que la luz rodee el objeto que se desea desaparecer es necesario diseñar ecuaciones para crear una curvatura en la luz.

Sin embargo, la luz tiene campos magnéticos y campos eléctricos, estas características indican cómo se mueve la luz en presencia de un material; por lo que “después de inventarme una curvatura para que la luz le dé vuelta al objeto, puedo definir qué materiales necesito para generar la capa de invisibilidad y qué características eléctricas y magnéticas debe tener el material que sean proporcionales a la curvatura”.

Para generar invisibilidad se requiere que las características electromagnéticas del material sean iguales. “La mala noticia es que aún no existe ningún material que tenga características eléctricas y magnéticas iguales, aunque el problema está resuelto en principio, aún nos falta encontrar el material correcto.

Aunque existen metamateriales, que son objetos que se pueden fabricar -con propiedades electromagnéticas inusuales- dependiendo de las características que se esperen, se pueda  crear una zona de invisibilidad como la que existe en los microondas. Aunque estamos aún muy lejos de generar una capa de invisibilidad, lo cual es un desafío, reconoció el investigador emérito de la UNAM.

El propósito de la investigación que realiza Rubén Barrera es probar que existe un desarrollo teórico y tecnológico que estudia el fenómeno de la invisibilidad.

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