El Servidor Público: La Esencia de los Resultados en la Administración Gubernamental

Por: Dra. Norma Julieta del Río Venegas

Zacatecas, Zac.-En cualquier nivel de gobierno, los verdaderos resultados de una administración no se reflejan únicamente en los discursos o en las fotografías de los eventos oficiales, sino en el trabajo constante, silencioso y comprometido de quienes hacen que las instituciones funcionen: los servidores públicos.

Ellos son quienes “tiran el lápiz” todos los días para que los trámites se realicen, los servicios se presten, las licitaciones se concreten y la justicia se imparta. Son quienes preparan los informes, los dictámenes, los presupuestos y los expedientes que permiten a los titulares de las dependencias tomar decisiones informadas. En suma, son quienes transforman las políticas públicas en realidades.

La administración pública no es lugar para la improvisación. Requiere profesionalismo, conocimiento del marco normativo, dominio de los procedimientos administrativos y, sobre todo, vocación de servicio. Las instituciones deben estar integradas por mujeres y hombres con preparación, ética y compromiso con su labor, pues de ahí proviene el verdadero significado de la palabra “servidor público”: servir al público con responsabilidad y amor por su comunidad.

Es fundamental recordar que el servidor público no es un bien mueble, ni tiene código de barras, ni pertenece a nadie. No es propiedad de una persona ni de una administración en turno. Pertenece a la administración pública, a la institución que representa y al pueblo al que sirve. Es una persona con derechos, con dignidad y con capacidad de tomar decisiones propias dentro del marco de sus responsabilidades. Su valor no radica en la subordinación ciega, sino en su profesionalismo y en su compromiso ético con el servicio.

Sin embargo, es importante reconocer que las condiciones laborales muchas veces no son las más justas. A pesar de ello, la mayoría de los servidores públicos continúan desempeñándose con entrega y paciencia, soportando incluso jerarquías que, en ocasiones, desconocen los procesos o carecen de la experiencia necesaria. Ahí es donde las instituciones deben poner especial atención: no pueden permitirse funcionar con base en el aprendizaje improvisado.

La ciudadanía no puede ni debe esperar mientras las dependencias aprenden a ejercer el gasto público o a operar los programas sociales. Cada día cuenta, porque detrás de cada trámite y cada servicio hay una persona, una familia, una comunidad que depende de la eficacia institucional.

Por ello, en este Día del Servidor Público de Zacatecas, quiero expresar mi más amplio reconocimiento a todas y todos los servidores públicos de carrera que, a lo largo de mis 34 años de vida profesional, he tenido el honor de conocer: abogados, arquitectos, administradores, secretarias, intendentes y muchos más. Todos ellos forman parte esencial de una administración pública eficiente, eficaz y humana.

A ustedes, que no siempre salen en la foto, pero que todos los días hacen posible que las instituciones funcionen: gracias por su compromiso, por su constancia y por su amor al servicio público.

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