Irma Mejía /Grupo Informador
ZACATECAS.- Fragmentos de lápidas del siglo XIX aún están incrustadas en el edificio de la dirigencia estatal del PRI que está cimentado en los terrenos del extinto Panteón del Refugio, el cual se erigió de manera provisional para la gente pobre que moría por la peste del cólera morbus y así impedir la propagación de esta epidemia.
En documentos actuales del Archivo Histórico del Municipio de Zacatecas, se menciona que diversas epidemias se registraron a principios de ese siglo como la tifo, luego la fiebre escarlatina, la viruela, pero finalmente en 1833 con el cólera morbus se obligó a la construcción de un panteón alejado de la ciudad.
Esta ordenanza no se había cumplido durante mucho tiempo antes, ya que la costumbre de esos tiempos era que la gente enterrara a su muertos fuera de las iglesias o cercanas a éstas, pero tras las pestes se conformó la Junta de Sanidad del municipio y ante la presencia devastadora del cólera morbus, esta instancia planteó la posibilidad de riesgo de contagio por los cadáveres en descomposición, por ello, se obligó a establecer a enterrar a estos muertos en el Panteón del Refugio.
En estos documentos históricos se hace referencia que a este panteón se enviaron los muertos del cólera, principalmente a la gente pobre, ya que los ricos con acuerdos de las autoridades eclesiásticas se seguían sepultando en las iglesias y sus atrios a suficiente profundidad, sin velarse y en nichos sepulcrales.
Cabe mencionar que este tipo de costumbres de la nobleza se confirmó en diciembre de 2009, cuando el gobierno estatal informó que en el Templo de Santo Domingo que data del siglo XVI, se encontraron 37 cuerpos momificados en una cripta subterránea, cuando se realizaban los trabajos de restauración en ese recinto religioso.
En esa ocasión se precisó que esta cripta estaba debajo del altar mayor, donde se descubrió una escalinata que condujo a dicha gruta en donde, incluso, se mencionó que fue descubierta la osamenta de quien al parecer era de un corregidor de la época virreinal y las demás momias pudieron ser de personas adineradas de aquellos siglos por parte de sus vestimentas.
En el libro “El Camposanto Del Refugio y El cólera morbus. Apuntes para su Historia”, escrito por Angelia Medina y Bruno Eduardo Contreras se precisa que tras la epidemia del cólera, las inhumaciones en el Panteón del Refugio se hicieron de “manera desordenada y sin control”.
Aunque no se tiene una cifra certera por diversos registros que no coinciden en cifras, se estima que fueron enterradas aproximadamente unas dos mil personas que fueron víctimas de epidemias en dicho camposanto que, según los registros municipales, oficialmente fue clausurado en 1884 por «el ensanche de la población».
Tampoco se especifica una superficie precisa del Panteón del Refugio, pero se sabe que se trataba de un polígono importante que actualmente no sólo abarca las instalaciones del comité estatal del PRI, sino también donde está situada la Dirección de Seguridad Pública del Municipio de Zacatecas y algunas colonias aledañas como el fraccionamiento El Mirador.
Las lápidas fragmentadas
En un recorrido por las instalaciones del Comité Directivo Estatal del PRI, ubicado en Calzada Jesús Reyes Heroles, al sur de la capital, al menos en cinco muros se han logrado identificar restos de las lápidas que se reutilizaron para esta construcción que data de 1950 que al principio fueron unas bodegas, aledañas a la también extinta estación del ferrocarril, mismas que luego sirvieron para el acopio de semillas hasta la época de los 80’s.
De acuerdo a los registros e información proporcionada por el área de Difusión del CED del PRI, se menciona que a partir de 1990 fue cuando estas bodegas se habilitaron y se realizó la construcción para albergar lo que hoy son las oficinas estatales del tricolor.
Algo que ha llamado la atención es que entre los muros se reutilizaron partes de lápidas de cantera que quedaron plasmadas de manera desordenada entre las paredes de este edificio.
“Soneto/Veniste al mundo niña idolatraba/ Sin pesar dolores ni amarguras”, es una frase que se puede rescatar en una de los restos de lápidas de cantera que está visible sobre la barda, justo a la orilla de la puerta de la entrada principal del CED del PRI.
En el resto las inscripciones que se han encontrado son se pueden leer algunas palabras cortadas de diversas lápidas, como en una barda de una jardinera donde se lee: “A la edad de (…) fue excelente (…) sus afligidos (…) dedican (…)”.
Incluso, en la pared que está en el estacionamiento interno del PRI, exactamente debajo de la placa que precisa el lugar para estacionar el vehículo del presidente estatal del PRI, se puede apreciar una incrustación de un retazo de lápida del Panteón del Refugio que reza: “S.D. Falleció (…) 5 de Oct (…) de 188(…) Su esposa dedica este recuerdo y ruega por el (…)”.
Leyendas
En el PRI comentan que la gente mayor que tiene tiempo trabajando en ese lugar, han mencionado que aún recuerdan que en su juventud esos terrenos llegaron a ver que sobre la superficie huesos humanos.
Mientras que personal de ese lugar también ha referido que les ha tocado escuchar “cosas y ruidos extraños”, sobre todo en las tardes y noches es cuando logran percibirlo cuando todo el personal administrativo terminó sus labores.
Entre los pasillos del Comité Directivo Estatal del PRI, así como de la corporación municipal, incluso, de algunos vecinos del fraccionamiento El Mirador, las historias o leyendas tienen la característica similar de ver espíritus o almas que deambulan y de pronto desaparecen.
Incluso, entre los policías municipales durante muchos años, algunos han vertido leyendas que de pronto en las noches han visto sombras como si caminaran personas y al salir a los pasillos internos, se esfuman las sombras o se escuchan ruidos extraños.
En tanto que colonos como la señora Cristy aceptan que han visto “cosas extrañas” como “mover objetos y cambiarlos de lugar” y “pasitos como si fueran de niños”. Tienen conocimiento que esos terrenos hubo un panteón, así que algunos han optado por bendecir sus casas o hacer oraciones especiales, por si a caso se tratara de “almas que buscan la luz y descansar en paz».
