EL TINTERO (RE-CARGADO)

¡Surrapas!

EDUARDO VALENCIA BARRERA*.

En virtud de que Miguelito y sus balas de salva han de estar muy fatigados después de su muy ardua labor en Paraí­so Caxcan, pues los dejaré descansar esta semana y no les recordaré que el hartazgo social a la administración estatal ¡va in crescendo! No se las recordaré.

Y, bueno, como pasó por Zacatecas la caravana azul, -a medias- el circo mediático que traen los dizque hombres del presidente (cuánto honor) y una colada, pues habí­a que echarles un vistazo, ¿no?

Lo bueno es que no vino Mr. Bean región 24, o séase el dizque secretario de hacienda (con minúsculas) porque entonces el grupo de fenómenos sí­ hubiese espantado a chico y grandes en la entidad. Tal vez no vino para que la gente se percate, de una vez por todas, que el que tiene más cara de menso es el tal Lozano y no él.

En fin, la burrada panista -no llega a caballada- está anoréxica. No hay ni para dónde hacerse y, claro, eso beneficia y beneficiará al paí­s, ya que la estancia del blanquiazul en Los Pinos está por fenecer. (Aplausos).

A ver, con manzanitas: En serio, en serio, esta bola de cuates y cuata son los émulos, herederos, pupilos, abonados o mí­nimamente seguidores de Manuel Gómez Morí­n. Es pregunta.

Eso es lo que trae la bolsa de PAN, digo, el PAN en la bolsa, no me hagan reí­r. ¿Alguno de ellos se habrá tomado la molestia de leer a su mentor; de conocer su trayectoria y su lucha? No, no lo creo, si no, no serí­an tan supinos.

La neta no puedo borrar de mi mente la imagen de dos secretarios de estado, sí­, secretarios (Lozano y Mr. Bean) comiendo nieve, ¡chale! ¡Patéticos! Como si lo que requiriera el paí­s fuera a alguno de esos inútiles.

Cuando, “Forjadores del México Contemporáneo” nos dice: “conocer la vida de Manuel Gómez Morí­n es describir a un creador del México moderno, a un arquitecto de la legislación mexicana; es acercarse a un constructor de obras sociales que siguen vigentes en la vida polí­tica y económica del paí­s”.

No creo que haya sido un lucido comedor de nieve con cara de nerd -y miren que Manuel le pegaba al baile, no como el tal Moreira-. Creo que si Maquí­o viera la camada que trae ahora el PAN volverí­a a morir, no sin antes mentarles la madre porque de que era cabrón el viejo, lo era.

O que me digan los panistas, panistas, si sus aspirantes responden a aquello de: “Acción Nacional: Una organización permanente de todos aquellos que, sin prejuicio, resentimientos ni apetitos personales, quieren hacer valer en la vida pública su convicción en una causa clara, definida, coincidente con la naturaleza real de la Nación y conforme con la dignidad de la persona humana.”

¡Mmm! Y, bueno, por un lado anda la caravana, por el otro el que ya se cree el elegido porque, aunque usted no lo crea, en el PAN también hay dedazo y sola y su alma -por cierto, muy bien patrocinada- Josefina Vázquez Mota.

Y digo bien patrocinada porque se le ha visto, tanto en Tv Azteca como el Televisa siendo entrevistada y, eso, señores y señoras, no es de cuates, cuesta una lana. Espero que no sea con recursos de la Cámara de Diputados porque entonces es lana del pueblo. ¿Quién fiscaliza a los diputados? Ah, ellos mismos, ¡chale!

Y como soy prácticamente una basura, he visto todas y cada una de las entrevistas y, la verdad, la Chepina ¡me da miedo! La neta no se puede confiar en una persona que a cada palabra sonrí­e. No se puede.

Hasta me hace recordar… ¡Ay, mamacita!, a Amalia Garcí­a con ese estilito meloso, como de “los quiero a todos y soy bien buena persona”, pues que con su PAN se lo coma. Bueno, no de a gratis son grandes comadres y muy, pero muuuy buenas amigas. ¡Ups! Tengo miedo, tengo miedo, tengo miedo.

Y ni qué decir del “voyatodas” Creel y, obvio, “noganoninguna”, Miranda. Y no lo digo porque me haya bajado a la Edith, sino porque no da una, electoralmente hablando. Ni hablar, el PAN trae pura surrapa; son las migajas del panismo, pues.

Tendrán idea que Morí­n proclamaba: Para guiar al paí­s hay que saber en qué estriban los males que reclaman acción y concretar en programas realizables el indeterminado anhelo común de mejoramiento. Y no se referí­a a programas de televisión ¡eh, Josefina!

¿En serio son los herederos de quien fue considerado uno de los siete sabios en este paí­s? ¿Del que se convirtió en un ingeniero social y que fue calificado como el profeta de la técnica y el orden? No lo creo.

Manuel Gómez Morí­n pensaba que la organización de la vida rural pondrí­a al paí­s en el umbral de una nueva historia. ¿Y qué piensan ahora los yuppies que realmente dirigen al PAN?

Y ese hombre ilustre, (ya está en la rotonda, yo qué) llegado el momento, perdió toda la fe y confianza en los gobiernos mexicanos nacidos de la Revolución. ¡í“rale! Y, ahora, los de su partido, de la mano con el PRI, ¡qué bonita familia!

No es por nada, pero creo que también Carlos Castillo Peraza les recordarí­a su progenitora a los monitos y monita panistas que aspiran a suceder al no menos monito Felipe Calderón.

Por ello, se dice: El tiempo, el esfuerzo y el dinero empleado en su empresa polí­tica no correspondí­an (ni corresponden) con los logros que su fundador esperaba.

*Comunicólogo.

[email protected] [email protected] [email protected] En Facebook: Lalo Valencia.

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