EL TINTERO (RE-CARGADO)

¡Qué Pe… lele!

EDUARDO VALENCIA BARRERA*.

De pena ajena. Es una lástima constatar, una vez más, que tenemos “autoridades” de muy bajo perfil. Una bolita de aldeanos que ni en el mundo los hacen, obvio, menos en Los Pinos.

No puede ser posible que se le haya permitido al espurio Fecal venir a completar sus mil chistes y, sobre todo, que desairara, esquivara, desdeñara, ninguneara, bateara, pues “las peticiones” que le hiciera un balbuceante, nervioso y temeroso Miguelito. ¡No se vale!

De entrada, hay que clarificar que la visita (no digamos gira) de Feli-pillo no se debió al (des)gobierno estatal, sino por rendir pleitesí­a a los señores del dinero que son a los que realmente responden los intereses del espurio presidente de la República.

Y, obvio, los sabios que rodean a Miguelito “organizaron”  y “prepararon” discursos y mitote a la vieja usanza priista. Sí­, (¡continúa la pena ajena!) como cuando en muy obsoletos ayeres vení­a un presidente y pues el gobernador en turno quedaba en calidad de alfombra. Claro, cuando uno y otro eran del PRI.

Absolutamente nadie le puntualizó a Miguelito que el (des)gobierno estatal y el (des)gobierno federal son opositores. Por ello y muchas cosas más se hubiese esperado que en lugar de peticioncitas tibias se le hubiera exigido a Fecal porque el centro, señoras y señoras, debe mucho a Zacatecas.

En términos reales, Miguelito le importa nada al centro. No tenemos (¡obvio!) un gobernador que merezca respeto. Obvio (bis) porque no tiene cartel nacional ni perrito que le ladre.

Es de poca monta, ni hablar. La neta: Que un pelele no te pele, lele y qué pe… lele. En los tiempos actuales los gobernantes tienen que entender que se deben a un pueblo y en aras de éste se debe hablar, exigir y cumplir.

Por qué Miguelito no reclamo o precisó en la fea cara de Feli-pillo que Zacatecas no es el reino de la impunidad, como dijese el propio Fecal hace uno dí­as. Por qué no le puso las peras a peso y prácticamente sentenciar que de no haber eco se irí­a a exigir atención en el mismí­simo Palacio Nacional. Son preguntas.

Claro, para ello hay que tener patas pa´ jinete y Miguelito no las tiene. Ni hablar. Así­ fueran del mismo partido (aunque PAN y PRI, cómplices sí­ son) se hubiesen puesto los puntos sobre las í­es y, con la fuerza que da una mayorí­a, reclamar con sustento y hacer que aquí­ mismo Calderón se comprometiera con Zacatecas, no “en corto”.

Porque, eso, señoras y señores, nadie lo cree. No puede ser posible que Miguelito no se faje sus pantaloncitos y exigiera atención presidencial. Los gobernadores ya no son tapete del presidente. ¡Ya no!

Cómo salir con lo del gas natural, si en sus filas tiene un funcionario que lleva más de seis años “viendo (y viviendo dé) eso”. ¡Chale! Qué decepción. El manejo de escenarios en el (des)gobierno está de la chingada.

¿Quién carajos convenció a Miguelito de que así­ debí­a ser “su” postura? Haciendo caravanas, insisto, como si fuese un gobernador priista de hace 25 años frente a un presidente priista. Ni hablar, ahora hasta sufrimos la obsolescencia polí­tica.

No se debe perder de vista que hombre bueno, tiende a pendejo. ¡Era el momento! La tuvo, fue suya y la dejó ir. Es lo malo de llegar a una gubernatura sin trayectoria alguna. Reitero: Desde un gobierno estatal no se pide, se exige al federal.

Si la gente viera que es en bien de Zacatecas no dudarí­a en sumarse al reclamo, pero si sólo vemos a un dizque gobernante timorato, que no es capaz de encabezar la demanda ciudadana, pues seguiremos poniendo el cuello para que el centro nos ponga su pie.

La puerta de Palacio Nacional se abre con la fuerza de la razón; el respeto a la envestidura estatal y con una exigencia real. Ni hablar, la mayorí­a quiso un “gobernante” estatal chiquito, tibio, indeciso… un hombre bueno… pues ¡ahí­ lo tiene!

Y miren que Fecal no canta mal las rancheras, así­ es que es más gacho porque hasta un pelele se da el lujo de no pelar a Miguelito. ¡Pos lele!

Lo que dicen ¡Los Ciberfans!

Federico, nos dice:

Mi estimado:

Es necesario que tus abonados –son muchí­simos– que cada semana reciben por esta ví­a tu columna, El Tintero, estén enterados de algo que ofendió a algunos compañeros de Radio Zacatecas.

Recientemente, un grupo de compañeras y compañeros viajó a la ciudad de Guadalajara a participar en cursos de actualización que organizó la Red de Radiodifusoras Culturales del paí­s. Hasta aquí­ todo está bien.

Sin embargo, a las compañeras y compañeros de la cabina de controles -los encargados de programar los spots y medir el tiempo de cada uno de los programas- se les discriminó.

Valió más la opinión y la intromisión del esposo de la directora de Radio Zacatecas, Francisco Reynoso Torres, quien, acompañado por un desconocido, le expresó abiertamente a Teresa Velázquez Navarrete que quienes trabajan en la cabina de controles no tení­an por qué ir a los citados cursos porque son unos ¡retrogradas!

Ese comentario que varias compañeras y compañeros escucharon, no solamente ofende a quienes trabajamos en Radio Zacatecas, sino que pone en evidencia la incapacidad, autonomí­a e independencia y criterio de la directora sobre la polí­tica y directriz de la mencionada radiodifusora cultural.

Y además es lamentable la intromisión de personas ajenas totalmente a Radio Zacatecas, porque hasta el momento, que sepamos, ninguna de las compañeras o compañeros han ido al periódico Imagen a enseñarle a redactar sus chimes.

Te mandamos un abrazo, tus amigos que te leen.

*Comunicólogo.

[email protected] [email protected] [email protected] En Facebook: Lalo Valencia.

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