Ante los hechos criminales registrados en el estado de Nuevo León donde perdieron la vida 50 personas inocentes, en el ataque a su casino en su ciudad capital, no solamente condenamos enérgicamente esos acontecimientos, sino que proponemos acciones contundentes dirigidas a que a evitar que se repitan actos y acciones tan lamentables.
Es el momento para sumarnos todos para intensificar el esfuerzo en materia de seguridad, cada cual de acuerdo a sus competencias pero todos coordinados en torno a un elemento común que es lograr de nueva cuenta la tranquilidad y paz social de nuestra nación.
En primer lugar expresamos nuestra solidaridad al pueblo y gobierno de Nuevo León, así como a nuestro homólogo gobernador Rodrigo Medina de la Cruz.
Así mismo acordamos formar un frente común entre nuestros estados en materia de seguridad con los elementos que ya han sido mencionados por la mesa de seguridad, donde quiero recalcar, que se incluye dentro este gran acuerdo  la realización de operativos conjuntos en municipios limítrofes entre nuestros estados e impulsar el Centro Regional de Inteligencia de Datos.
Demandamos que no se abra un casino más en el país sino antes no existe una normatividad perfectamente clara en torno a sus operaciones, que defina con precisión las potestades de cada uno de los niveles de gobierno, así como revisar de manera puntual las facultades de la autoridad en materia de otorgamiento de casinos para evitar que este tipo de acciones absolutamente cuestionables generen más daños como los que ya se han generado.
Y finalmente acordamos pronunciarnos también para exhortar al gobierno de la república para que la Policía Federal refuerce el patrullaje en las carreteras de su jurisdicción que comunican a nuestros estados entre sí.