PROMUEVE IMSS BUENOS HíBITOS ALIMENTICIOS PARA CONSERVAR EL SENTIDO DEL GUSTO

Zacatecas, Zac.- El consumo de café, bebidas alcohólicas, agua preparada con polvos o frutas, refrescos, comida con exceso de sal, azúcar o condimentos, alteran el sentido del gusto e impiden que las personas perciban los alimentos en su sabor original y evitan que, incluso, se disfrute la ingesta de agua natural, la cual debe ser como mí­nimo entre dos y tres litros al dí­a.

Señaló lo anterior Marisela Rubio Cáceres, epidemióloga de la Unidad de Medicina Familiar 4 del IMSS en Zacatecas, quien subrayó que para recuperar el sentido del gusto es necesario modificar esos malos hábitos al comer.

Explicó que las papilas gustativas, encargadas de captar los sabores, se inflaman o tapan de manera paulatina por el consumo de ese tipo de comida hasta alterar su adecuado funcionamiento, provocando que se pierda la capacidad de paladear los alimentos.

Indicó que, por ejemplo, disfrutar el agua natural lleva un proceso de aprendizaje que se puede iniciar poco a poco con el sólo hecho de disminuir o evitar la ingesta de otras bebidas que no quitan realmente la sed, no hidratan al organismo, ni ayudan a eliminar las toxinas del cuerpo.

Además, debido a que contienen sustancias quí­micas y exceso de azúcar, pueden ser factor de obesidad y de daño a los riñones.

Dijo también que el consumo de agua es eficaz para el control de peso a bajo costo, comparado con las múltiples bebidas refrescantes con fenilalanina, que si bien no generan calorí­as si modifican la percepción de los sabores.

Las especialista precisó que como parte de  unos buenos hábitos alimenticios, que ayuden a mantener equilibrado el sentido del gusto, además de disminuir los irritantes, se debe considerar el consumo diario balanceado de los diferentes tipos de alimentos, como son pollo, pescado, leguminosas, verduras, frutas, carnes rojas y no excederse en la ingesta de uno sólo de estos productos.

En el caso de las proteí­nas, dijo que en general los adultos deben consumir .8 (punto ocho) gramos por kilogramo de su peso al dí­a. Esto es, que una persona de setenta kilos, como máximo, debe ingerir 60 gramos diarios de proteí­nas, que se obtienen en un desayuno o cena con 60 gramos de carne preparada o dos huevos; en la comida con 90 gramos de una pierna y muslo de pollo chicos. Una alimentación excesiva en proteí­nas, es muy dañina para la función del riñón y el hí­gado, precisó.

*

*

Top