Irma Mejía // Grupo Informador
La libertad de expresión como tal es un derecho fundamental señalado en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos desde 1948, mismo que está dentro de las constituciones de diversos países como en el caso de México se estipula en el Artículo 6º de la Constitución.
Cabe mencionar que en México, el derecho a la información como tal se reconoció en la Constitución hasta 1977 con una serie de reformas al Artículo 8º, en el que se garantía el derecho de petición que junto con el artículo 6º, permitieron reforzar de alguna manera la libertad de expresión e información.
Dentro de este derecho a la libertad de expresión se deriva la libertad de imprenta, también llamada libertad de prensa que fue proclamada el 3 de mayo de 1993 como el Día Mundial de la Libertad de Prensa por la Asamblea General de las Naciones Unidas, resolución que reconoce âuna prensa libre, pluralista e independiente era un componente esencial de toda sociedad democrática y un derecho humano fundamentalâ.
Por tanto, con estos antecedentes podemos comprender que el Derecho de libertad de expresión -que es una garantía de cualquier ciudadano-, así como la libertad de prensa â en la que caben los derechos del ejercicio periodístico-, tienen claro un sustento jurídico mundial y nacional.
Empero la celebración errónea en México ocurrió hace 61 años con el gobierno del Presidente Miguel Alemán Valdez, quien estableció el 7 de Junio de 1951 como âEl Día de la Libertad de Expresiónâ, durante una reunión que tuvo con varios dueños de grandes cadenas de medios en México.
Durante varias décadas esta celebración casi se estableció como una efeméride, pero desde hace 19 años que la ONU declaró al 3 de mayo como Día de la Libertad de Prensa, la celebración del 7 de junio se ha vuelto obsoleta, incluso, en la capital del país desaparecieron eventos fastuosos en cuyos eventos parecía que los medios les rendían pleitesía al Presidente en turno y se optó por adoptar la celebración mundial para otorgar premios nacionales de periodismo.
En algunos estados aún se continúa con estas celebraciones erróneas en fecha, pues queda claro que la celebración está marcada claramente por la ONU el 3 mayo, día que en muchos estados como en Zacatecas pasa desapercibida, no precisamente por no realizar eventos majestuosos o convocados por los gobernantes, sino por el mismo gremio periodístico.
Hoy en día se debe pugnar por garantizar no sólo la libertad de expresión que es un derecho de todo ciudadano, sino de una libertad de información a la sociedad que es un principio fundamental del ejercicio periodístico, además de exigir mayor seguridad del periodista que actualmente cubre o investiga hechos noticiosos dentro de un ambiente de criminalidad y violencia que finalmente ponen en riesgo al periodismo.