Zacatecas, Zac.- Como parte de las actividades del VIII Festival Internacional de Narración Oral se presentó Noche de panteones y luz de ténebra, que finalizó la primer jornada de actividades, reuniendo a narradores de Bolivia, Colombia, Cuba, Guanajuato y Zacatecas con un nutrido público que disfrutó de leyendas y la tradición oral de género negro.
El escenario tuvo lugar en el antiguo convento de San Francisco, ahora recinto museístico, que por su atmósfera incitó a que estos relatos adquieran un sentido más verosímil y los ánimos de los asistentes se colocaran en un contexto en el que los narradores, a través de leyendas, cuentos e historias de terror lograran que los asistentes fueran testigos de lo que milenariamente es desconocido pero que no deja de provocar un placer.
âAquí en México nos gustan los cuentos de miedoâ, mencionó la presentadora de la actividad que, ataviada con ropajes al estilo de La Catrina, inauguró la noche en la que se relataron historias sobre espíritus como el Tunchi, alma en pena que deambula por el pueblo boliviano; la leyenda del Negro Manuel de Colombia así como una de las tantas que existen del ex convento de San Francisco, entre otras.
Con misterio, sigilo y la voz, el recurso que en este festival tiene sede especial, cada uno de los narradores adentraron a los asistentes en historias en las que la constante es la muerte y el amor, un binomio que desde la antigua Grecia, pasando por el Medioevo y teniendo gran reconocimiento en el Romanticismo de los siglos XVIII y XIX, le ha otorgado a la literatura una particularidad a través de la tradición oral.
La actividad Noche de panteones y luz de ténebra, además de las que conforman el programa de este festival, son invitaciones al no olvido de lo que en variadas ocasiones los abuelos contaban que, fantasía o realidad, son parte del imaginario popular de los pueblos así como de su identidad.