EL ESTADO DE GUERRERO RETOS Y DESAFÍOS

Por: Lic. Catarino Martínez Díaz

De unos meses para acá, el Estado de Guerrero en el sur del país, ha encabezado las principales noticias nacionales, algunas buenas como el arribo nuevamente intenso de vacacionistas en días feriados y la posibilidad de que regrese el tianguis turístico. Otras no tan buenas como el anuncio del Presidente Municipal alertando que el Ayuntamiento de Acapulco casi se encuentra bancarrota. Otras muy malas, como la determinación de algunas comunidades en la sierra guerrerense que hartas de la violencia hacia su integridad, decidieron autoorganizarse, constituirse en grupos de seguridad, hacer investigaciones detenciones bajo sus propios métodos y estrategias, y una cosa muchísimo más grave, que han decidido incoar los peligrosos juicios populares, los cuales demostrado está, resultan incontrolables para analizar civilizada y serenamente a un individuo que puede resultar hombre más perverso sobre la tierra, pero también el más inocente. El mejor ejemplo de los juicios populares ha sido “El Juicio de Cristo” con las consecuenacias por todos conocidas. Como si fuera poco un grupo de turistas españolas, fueron salvajemente vejadas por sujetos sin el memor escrúpulo, al parecer reincidentes en una conducta por demás ruin y condenable, metiéndose hasta los mismísimo búngalos ocupados por las turistas ibéricas. Todos estos acontecimientos han destado una actividad mediática intensísima, a grado de llegar con el Rey Juan Carlos Segundo de España, que también envuelto en una pérdida importante de su autoridad moral, el fin de samana recibió fortísimos abucheos durante un evento deportivo.

El Estado de Guerrero es gobernado por Ángel Aguirre, un priísta de viejo cuño y a la vez un perredista de nuevo talante, con experiencia suficiente para conducir un Estado por demás complejo y dinámico. Confrontado con el gobernador anterior, perredista y empresario cuyo periodo dejó muchas incógnitas y saldos negativos, enfrenta un escenarios difícil.

El reto más fuerte a la luz de los acontecimientos, es el de la inseguridad como lo vive todo el país, como lo padece todo el Estado Mexicano y lo sufre la población entera. Perdimos lo más precido que teníamos, la seguridad para transitar dentro y fuera de nuestros poblados. Llama mucho la atención el caso de Guerrero, porque desde siempre algún sector de este bellísimo lugar, se ha caracterizado por su proclividad hacia las armas. Movimientos de reclamo y luchas sociales forman parte de su historia, el propio Vicente Guerrero proviene de esa identidad. Lucio Cabañas, Genaro Vázquez Rojas son algunos otros ejemplos de mi afirmación. La clase estudiantil de la Escuerla Normal Rural de Ayotzinapa o los liderazgos magisteriales y sindicales, modificaron desde hace tiempo las formas y conductas de la lucha social, no pocas veces la han vinculado con el uso de las armas.

El pretexto o causa justificada de la inseguridad que actualmente prevalece en Guerrero, es inmejorable oportunidad para quienes se sienten y sueñan participando en actividades relacionadas con las armas, llámese como sea, autodefensa, policía comunitaria  policía de usos y costumbres y hasta insurrección como se le quiera llamar. El hecho es que  se aprecia una actitud que puede rebasar los límites y convertirse un verdaderop desafiío no sólo  para el Gobernador Ángel Aguirre Rivero, sino para todo el Estado Mexicano, que estaría enfrentando condiciones de vulnerabilidad jurídica elemental y la pérdida de facultades constitucionales que ponen en entredicho su viabilidad. ¿O qué diferencia existtió entre los juicios populares y los que practicaba la Santa Inquisición respecto a la constitucionalidad? Ninguna. Los dos estuvieron siempre fuera de ella, alejados del derecho civil y llevados a la particularidad de grupos  selectos u organizaciones secretas. Tribunales donde las prácticas de tortura sicológica, física y de todo tipo, eran las formas más comunes de inculpar y condenar a una persona, hasta por herejía.

Lo peor que le puede pasar a un pais o nación que se precie de ser soberana, creyente del estado de derecho y la cultura democrática, es que dentro de sí misma tenga dos o más intancias para juzgar a una persona y que por ejemplo, un tribunal constitucional lo absuelva pero uno popular o religioso lo condene. ¿ Acaso la intolerancia religiosa de la llamada “Nueva Jerusalén de Ocampo (Si viviera Ocampo)” Michoacán, no fue una llamada de alerta para todos? ¿Acaso no los pastores representan en ese lugar la voz y dictados de la divinidad, con poder de convicción suficiente hasta para destruir una escuela, porque ahí sólo debe hacerse lo que la divinidad aconseja através del pastor? Cuidado. Los juicios populares que se etán dando en el Estado de Guerrero, son otro foco de atención que debe atenbderse. Más nos vale confiar en los buenos oficios del Gobernador Aguirre Rivero, en los acuerdos que éste alcance con la Secretaría de Gobernación, en los pactos de convivencia política que necesita el país y todos los Estados de la República, para enfrentar contingencias como las actuales.  Diaolgar, sugerir y de ser necesario aplicar el rigor de la ley para  dejar en manos de los tribunales constitucionales, a todos aquellos que delinquen y merecen el castigo consagrado en la legislación vigente.

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