La ciencia mexicana contra la pandemia

Zacatecas, Zac.- Científicos mexicanos trabajan desde varios frentes para combatir la pandemia causada por Covid-19. Uno de esos frentes está liderado por la doctora Edda Sciutto Conde, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas en la sede de Ciudad Universitaria, quien está involucrada en varios proyectos de investigación que tienen que ver con el SARS-CoV-2.

La también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y creadora de la vacuna contra la cisticercosis, dijo que uno de los proyectos activos en el que participa ella y otros colaboradores del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Subirán (INCMSZ), del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), y del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN), es sobre el desarrollo de una prueba diagnóstica para evaluar la inmunidad poblacional contra Covid-19. “Los Institutos nos proporcionaron sueros de pacientes y pudimos empezar a evaluar el ensayo. Estamos optimizando y validando la prueba para tener la capacidad de hacer miles de ellas”.

Durante el tercer webinar organizado por la AMC que llevó por título: Contribuciones de la ciencia mexicana al control de la pandemia por COVID-19. El caso del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, explicó que cuando ocurre una infección en el cuerpo humano se genera una respuesta inmune, se generan anticuerpos que permanecen aún después de la infección y que permite, a través de la detección de anticuerpos específicos, conocer si el individuo ha estado en contacto con el SARS-CoV-2. Estos anticuerpos pueden durar meses y pueden generar un grado de inmunidad y esto es importante para decidir sobre las medidas y estrategias necesarias para prevenir Covid-19.

Otro proyecto, que se realiza en colaboración con varias instituciones, es el “Tratamiento intranasal con dexametasona”. Recientemente se ha reportado que el uso de dosis bajas de este desinflamatorio reduce la mortalidad de los pacientes hospitalizados por Covid-19. “Nosotros proponemos utilizar dexametasona en dosis bajas, durante cierto número de días (para controlar la inflamación exacerbada) y vía intranasal, para alcanzar las dosis terapéuticas en los sistemas nervioso y respiratorio”.

Realizamos un ensayo clínico aleatorizado para evaluar la seguridad y eficacia terapéutica de la administración intranasal de dexametasona para mejorar la evolución clínica y la funcionalidad respiratoria en pacientes con Covid-19. El protocolo ya se aprobó en el Instituto Nacional de Cardiología, el Hospital General de México y en el INNN, y empezaremos a buscar pacientes para integrarlos a este protocolo.

Un tercer proyecto es el desarrollo de una vacuna contra Covid-19, aunque en el mundo hay numerosos desarrollos, “México también puede contribuir a este esfuerzo mundial y con el desarrollo de esta investigación queremos asegurar que tenemos disponibilidad para la creación de una vacuna. Si todo el plan sigue su curso, esperamos tener una vacuna disponible para mitad del próximo año”, dijo.

En su oportunidad, el doctor Gerardo Gamba, director de Investigación en el INCMSZ, compartió algunos detalles de los 76 proyectos de investigación (observacionales en su mayoría y alrededor de 22 de ellos denominados de intervención), los cuales cuentan con la autorización de los pacientes, que desarrolla este Instituto Nacional y lo que ha pasado con la atención clínica.

Dijo que este Instituto fue convertido en Hospital Covid a partir de la segunda mitad de marzo por lo que se suspendió la atención que normalmente se brindaba. “De abril a julio no se atendió a ningún paciente, en agosto se atendieron a siete y en septiembre llevamos 20, poco a poco estamos retomando la atención. En el caso de Covid-19, del 1 de abril al 1 de septiembre se valoraron 10,190 pacientes, de los cuales 3,039 fueron casos confirmados. En este periodo se internaron 1,892 pacientes, de los cuales 394 estuvieron en Unidad de Terapia Intensiva (UTI). En este mismo lapso se reportaron 393 defunciones, 9.98% de los pacientes confirmados”.

“El Instituto está más activo que nunca en realización de proyectos de investigación clínica, para entender la enfermedad y encontrar tratamientos que ayuden a disminuir la mortalidad del Covid-19, y también en divulgación de la ciencia”.

En el webinar de la Academia también participó la doctora Imelda López Villaseñor, directora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, quien a manera de introducción recordó la historia y evolución de esta institución (de 79 años), gracias a la cual se formaron grupos de científicos e instituciones en diferentes partes del país que en la actualidad se encuentran desarrollando investigación sobre Covid-19. Habló de los proyectos que desarrollan algunos investigadores de Biomédicas para entender y combatir la pandemia causada por la Covid-19 y sobre los vínculos que se han establecido con los Institutos Nacionales de Salud a través de las Unidades Periféricas.

Recordó que “en 1965 la Junta de Gobierno de la UNAM designó como director del Instituto de Estudios Médicos y Biológicos al doctor Guillermo Soberón Acevedo (expresidente de la AMC), quien en 1969 cambió el nombre a Instituto de Investigaciones Biomédicas. A lo largo de la historia de esta institución se han forjado distintos grupos de investigación, que al independizarse han contribuido no sólo al crecimiento sino también a la descentralización de la ciencia en México, así pues, a través de este proceso de gemación surgieron nuevos centros de investigación”.

Dijo que casi la cuarta parte, de los casi 90 investigadores de Biomédicas, trabaja en unidades periféricas y foráneas (actualmente se cuentan con seis), lo que habla de la importancia de estas unidades para el Instituto. “Hace casi ochenta años en los orígenes de esta institución se sembró una semilla científica, una semilla que proliferó y que se ha propagado amplia y poderosamente tanto en el entorno universitario como en el extrauniversitario”.

La saliva como una fuente confiable y accesible de muestra para la detección de SARS-CoV-2

Por último, Luis Alonso Herrera Montalvo, director general del Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN), dijo que al igual que otros institutos de salud, el INMEGEN reconvirtió algunas de sus áreas para poder participar en la detección del Covid-19.

“Uno de los proyectos más grandes que desarrollamos, que se inició por iniciativa del Instituto Nacional de Cardiología, por invitación de la Secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México y la Universidad Nacional Autónoma de México, consistió en el monitoreo de personal de Salud ocupacionalmente expuesto, una colecta de saliva para el análisis de presencia de infección por SARS-CoV-2 en muestras pareadas (hisopado nasofaríngeo y saliva) y el resultado es que “la saliva tiene al menos la misma sensibilidad y especificidad que el hisopado para la Detección de SRARS-CoV-2”.

La principal ventaja de usar la saliva para el muestreo es que se realiza una automuestra, no existe problema de disponibilidad de insumos, la colecta se realiza en un pequeño frasco de plástico, es autónoma, así se reduce el contagio del personal que realiza el muestreo. Además, “hicimos una validación con el Instituto de Investigaciones Biomédicas y con la Facultad de Química de la UNAM, de 59 de 61 muestras, el 96.7% de las muestras mostraron el mismo resultado”.

Además de esta nueva forma de colectar muestras, el INMEGEN propone reducir el costo del monitoreo realizando cinco pruebas en una, es decir, mezclar cinco muestras de saliva de igual número de personas y analizarlas en conjunto, sólo si el grupo de cinco sale positivo se analizan de manera individual las muestras para ubicar a las personas contagiadas, esto representa un ahorro de tiempo y dinero, “representa un ahorro del 70% en el costo del monitoreo del 100% del grupo que se quiera monitorear”.

El INMEGEN tiene una capacidad para monitorear 1800 muestras al día y se está preparando para poder procesar hasta 6 mil en el mes de octubre. “Trabajamos en paralelo en la validación de métodos de secuenciación masiva y podríamos llegar a 10 mil, porque las necesidades están incrementándose, eso notamos en estas últimas dos semanas que se han incrementado las muestras”.

El webinar, que estuvo moderado por el doctor José Luis Morán, expresidente de la AMC, puede consultarse en los canales oficiales de la Academia y en el siguiente link: https://www.facebook.com/amciencias/videos/322675182318831

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