Zacatecas quiere paz


Visión y percepción

Por Salvador del Hoyo B.

Zacatecas, Zac.-El tema de la seguridad tiene muy ocupados, tanto al gobernador, Alejandro Tello, como a David Monreal, gobernador electo. Los dos, por su lado, buscan el apoyo inmediato de la federación.
Los recientes acontecimientos violentos que han aquejado a varios municipios de la entidad han «encendido las alarmas», porque no hay fuerza policiaca que detenga los embates de la delincuencia organizada.
Tras haber enviado un mensaje directo (otro más) al Presidente, Andrés Manuel López Obrador, el mandatario estatal fue recibido, en la Ciudad de México, por Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal.
Alejandro Tello le solicitó firmemente reforzar la presencia de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano en zonas limítrofes con el Estado, debido al crecimiento de la violencia en municipios colindantes como Jalisco, Nayarit y San Luis Potosí, principalmente.
Esperemos que la federación escuche la petición del Gobernador, porque es importante recuperar la paz y que regrese la seguridad a nuestra entidad. Zacatecas ha resentido bastante el control del territorio por parte de diferente a grupos delincuenciales. Se lo pelean a «muerte».
Por su parte, también David Monreal (quien gobernará Zacatecas a partir del 12 de septiembre) ya comenzó con las gestiones para que a nuestra entidad regrese la paz de antaño. Mediante sus redes sociales anunció que se entrevistó con los integrantes del gabinete de seguridad nacional para tratar el tema.
Monreal lamentó, además, el asesinato de una doctora que se trasladaba desde Jerez a Zacatecas, en su vehículo, y personas armadas que instalaron un retén, le dispararon y murió, lamentablemente.
También, por esa razón se manifestó, el pasado sábado, un grupo numeroso de médicos y estudiantes de medicina (por las principales calles de la ciudad, hasta llegar a Palacio de Gobierno), exigiendo mayor seguridad para ellos, por el constante acoso y agresiones que sufren en los municipios.
Los asesinatos se presentan a diario. Hace días mataron a un padre y a su hijo, menor de edad, en la colonia Gavilanes. Anoche a un agente de investigación -que tenía su domicilio en El Orito y que disfrutaba su día de descanso- lo privaron de la vida. Esto no se detiene y algo se tiene qué hacer. Los zacatecanos vivimos con el «alma en un hilo».
¡Ah! Y en el Instituto Zacatecano de Ciencias Forenses (que depende de la FGJE) no se dan abasto, por tanto trabajo que tienen.

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