BUSCA CONAFOR INCENTIVAR LA PRODUCCIӓN DE íRBOLES DE NAVIDAD EN ZACATECAS

La Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) en Zacatecas, entre sus actividades regulares, busca incentivar el establecimiento de plantaciones forestales comerciales de diversos tipos, que pueden incluir pinos para venderse como árboles de Navidad. En México se producen alrededor de 800 mil unidades de las cerca de dos millones que se venden al año, lo que deja un amplio margen para participar en el mercado con árboles mexicanos.

Además de cubrir parte de la demanda por la tradición navideña, esta actividad deja enormes beneficios, tanto para los productores, como para la economí­a y la sustentabilidad del medio ambiente, con la reincorporación del suelo al uso forestal, la captura de carbono, la recarga de mantos acuí­feros y el quitar presión a los bosques naturales.

En Zacatecas, existen dos plantaciones de este tipo, en Villa Garcí­a, a donde se puede acudir si se desea comprar un arbolito zacatecano y favorecer con ello la economí­a local. En ambas se cultivan las especies Pinus eldarica y Pinus greggii, si bien es posible utilizar otras especies de la región, como el llamado “Douglas-fir”, que comúnmente se encuentra en tiendas de autoservicio, importado de los Estados Unidos y Canadá, y del cual se cuenta con algunos rodales naturales en el municipio de Valparaí­so.

La producción de árboles de Navidad es una muy buena opción para aprovechar tierras que resultan poco provechosas para otros cultivos. Tal es el caso de Villa Garcí­a, donde una parte de los campesinos se centra en el frijol, maí­z y avena, en terrenos que podrí­an dejar mayor ganancia con otras especies.

“Cuando comencé la gente preguntaba ‘¿A poco vas a comer árboles? ¿O qué vas a comer?’ Pero no me he arrepentido”, cuenta el ingeniero Rogelio Guzmán Guerrero, oriundo de Villa Garcí­a quien, junto con su primo, se dedica a esta ocupación.

Sumado a los cuestionamientos y la incredulidad, Guzmán Guerrero tuvo que enfrentarse a las caracterí­sticas del suelo: “Eran terrenos muy malitos. Cuando recién plantamos era puro tepetate, tierra blanca, salitrosa”, recuerda y añade otro de los beneficios de su pequeño bosque: “Los pinos hicieron brotar el agua y ahora hay un pozo, pero sólo después de los pinos”.

Estas plantaciones pueden servir para abastecer otros mercados, como explica el ingeniero, ya que comenzó vendiendo sus pinos para la época decembrina y ahora también los vende para adornar camellones y nuevos fraccionamientos.

La posibilidad de recibir apoyos para este rubro está abierta a quienes se interesen en ello y cumplan con los requisitos de las reglas de operación del Programa Proírbol, a publicarse en los próximos dí­as.

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