2 DE FEBRERO «DíA DE LA CANDELARIA»

Por: Sandra Alvarado / Foto: / www.periodicomirador.com

El 2 de Febrero todos los mexicanos católicos celebramos el Dí­a de la Candelaria con tamales y atole; claro que esta deliciosa cena es patrocinada por las personas que corrieron con la suerte de encontrar al Niño Dios en la rosca de Reyes el 6 de Enero. Pero ¿qué significado tiene realmente este dí­a tan festivo para los católicos?

¿Recuerdas que el Dí­a de Reyes comiste un delicioso pedazo de rosca y descubriste en él un pequeño muñequito? Pues hoy es dí­a de que invites a las personas con quien compartiste esa rosca, unos ricos tamalitos y atole.

Significado religioso del Dí­a de la Candelaria

Al principio de los tiempos, este dí­a recordaba la ocasión en que Marí­a y José presentaron al Niño Jesús ante Dios en un templo de Jerusalén, después de 40 dí­as de haber nacido, para cumplir así­ con un mandato de la Ley de Moisés que establecí­a que a los 40 dí­as de nacido un niño, debí­a ser presentado en el templo, razón por la cual muchos fieles imitan esta acción levantando al niño Jesús del Nacimiento y llevándolo al templo para que un sacerdote lo bendiga.

Además, la Ley de Moisés mandaba que aquel que fuera el hijo mayor de cada hogar o sea, el primogénito, le pertenecí­a a Nuestro Señor y que para poder rescatarlo, los padres deberí­an pagar por él una limosna en el templo. Marí­a y José cumplieron con esta ley.

Por mandato del Libro Sagrado, al presentar a un niño en el templo habí­a que llevar un cordero y una paloma y ofrecerlos en sacrificio al Señor (el cordero y la paloma son dos animalitos inofensivos e inocentes y su sangre se ofrecí­a por los pecados de los que sí­ somos ofensivos y no somos inocentes. Jesús no necesitaba ofrecer este sacrificio, pero quiso que se ofreciera porque í‰l vení­a a obedecer humildemente a las Santas Leyes del Señor y a ser semejante en todo a nosotros, menos en el pecado).

La Ley también decí­a que si los papás eran muy pobres podí­an reemplazar el cordero por unas palomitas y como Marí­a y José eran muy pobres, ofrecieron dos palomitas en sacrificio el dí­a de la Presentación del Niño Jesús.

¿Cómo comenzó esta tradición en México?

En nuestro paí­s, esta tradición llega con los españoles como parte de la conquista espiritual y es en el virreinato cuando se empieza a celebrar el Dí­a de la Candelaria como tal. De esta manera, poco a poco el festejo se fue impregnando de los rasgos culturales y las tradiciones de cada región, hasta llegar a convertirse en una fiesta muy mexicana por los elementos que se le fueron agregando con el paso de los años.

En muchos lugares, el 2 de Febrero Dí­a de la Candelaria, marcaba el principio del año, razón por la cual, algunos grupos indí­genas llevaban a bendecir las mazorcas que iban a servir de semillas para la próxima temporada de siembra, ya que para estos grupos indí­genas en esta fiesta todo se purifica, desde la conmemoración al fin de la cuarentena de Marí­a y la Presentación del Niño Jesús en el templo, hasta las semillas de maí­z, frijol, trigo, avena y otros cereales que serí­an sembrados en el año venidero.

El nombre de “Candelaria” proviene de la tradición de bendecir velas, a las que también se les llama candelas, para posteriormente distribuirlas entre todos los creyentes católicos. Se cree que estas velas alejan el mal de nuestros hogares.

Es esta fiesta lo que marca el final de la temporada navideña y hasta hace algún tiempo, los nacimientos de los mexicanos permanecí­an en casa hasta este dí­a; tradición que se mantiene sólo en algunos lugares de la República Mexicana.

El festejo del Dí­a de la Candelaria tiene una relación muy estrecha con otra de las tradiciones mexicanas que seguimos muy arraigadamente, la tradicional “rosca de reyes”, ya que a la persona que “le toca el muñeco”, tiene como compromiso invitar los tamales y el atole, además de convertirse en el padrino del Niño Dios de la casa anfitriona y tener la obligación de vestirlo por tres años consecutivos.

Cabe mencionar que esta tradición de que la persona a quien le sale el “monito” es quien tiene qué vestir al Niño Dios y ser su padrino, ya no se lleva tan fielmente como antes.
Sin embargo, según indica la tradición, el padrino se prepara para el festejo y prepara la vestimenta de su “ahijado”.

El primer año, el Niño Dios debe vestirse con un ropón blanco como sí­mbolo de pureza para su presentación al templo. Ya para el segundo y el tercer año, los padrinos escogen la vestimenta de acuerdo al gusto de ellos y también según los recursos económicos con que se cuente en el momento.

No puede pasar desapercibida la silla o trono en que se colocará al Niño después de la ceremonia religiosa del 2 de Febrero. Además, se selecciona un lugar en la casa en el que toda la familia, así­ como los invitados a este hogar puedan admirar al niño Dios.

No debemos olvidar que el 2 de Febrero, Dí­a de la Candelaria es una oportunidad mas para disfrutar de la unión familiar, de compartir con todos nuestros seres queridos de la fe que mantenemos como sociedad desde hace siglos y que nos identifica como un pueblo lleno de amor y  armoní­a.

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