
Se trata de una escultura de bronce, de cuatro metros de altura, que fue develada como icono de la Folkloriada Mundial, realizada en Zacatecas en 2016, y que originalmente se encontraba en las instalaciones del ecoparque Centenario.
La obra escultórica representa la Danza de los matlachines, nombre que proviene del vocablo malacotzin, que significa dar vueltas o girar, y que simboliza el corazón guerrero y rituales de las tribus guachichiles, que habitaron esta región en la época prehispánica.