Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, DF, 17 nov 11 (CIMAC).- La posibilidad de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) gane la Presidencia de México representa una amenaza al Estado laico debido a su âvergonzanteâ relación con la jerarquía católica, que se hizo evidente con las reformas constitucionales que en 17 estados penalizaron el aborto.
Así lo señalaron diversas especialistas en el tema durante el foro âEstado laico y derechos sexuales y reproductivos: desafíos actuales y agenda políticaâ, que hoy se llevó a cabo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Patricia Galeana, presidenta fundadora de la Federación Mexicana de Universitarias (Femu), señaló que la cercanía del PRI con la jerarquía católica pone en riesgo la laicidad del Estado, pues la apuesta del clero es integrar al Estado y la Iglesia para imponer una sola moral.
Este camino avanzado de los priistas, desde su dirigencia nacional, ha utilizado los derechos de las mujeres como âmoneda de cambioâ, y el ejemplo más claro son las reformas constitucionales llevadas a cabo en 17 estados, de los cuales 10 estaban gobernados por el PRI, 6 por el Partido Acción Nacional (PAN), y uno por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), mencionó la académica de la UNAM.
En esas entidades, âlos obispos le hablaban a los gobernadores, éstos le hablaban al presidente del Congreso, les mandaban el texto del cual en algunos casos no hubo siquiera primera lectura, les dieron un âalbazoâ. Y en esas condiciones, el PRI, fundamentalmente, abdicó de su origen revolucionario y pactó los derechos de las mujeres, aceptando la criminalización de ellasâ, acusó Galeana.
Aunque hubo legisladores de otros partidos que también aprobaron estas âreformas acientíficas que equiparan un óvulo fecundado con una personaâ, abundó la historiadora.
Patricia Galeana criticó que los derechos sexuales y reproductivos no estén en la agenda política de ninguno de los posibles candidatos: âHan guardado profundo silencio, les interesa quedar bien con la Iglesia, así que los que puedan seguirán promoviendo la criminalización de las mujeresâ.
La injerencia de la Iglesia católica no sólo se reduce a influir en los actores políticos, pues la cúpula misma, contraviniendo la Carta Magna, indica a la feligresía por qué partidos votar y por cuáles no, además de propiciar el fanatismo en contra de quienes promueven los derechos de las mujeres, sobre todo los sexuales y reproductivos.
Muestra de ello, dijo, son las recientes declaraciones del cardenal Norberto Rivera en el Semanario desde la Fe, donde sentenció que âel aborto debe ser castigado como el peor de los homicidios, que la sociedad que lo acepta es una sociedad enferma, que no existe el aborto terapéutico. Y por último, que no hay que hacerle caso a la Constitución sino a las leyes de Diosâ.
En el foro, organizado por el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG), Bernardo Barranco, sociólogo de las religiones y consejero electoral del Estado de México, señaló que el discurso de la Iglesia reactivado con la âvieja ultraderechaâ, como Provida y el Yunque, es imponer una âuna moral única, un pensamiento únicoâ.
El también periodista añadió que en ese contexto, la âdebilitadaâ clase política âde manera vergonzante e hipócrita ha recurrido a la jerarquía católica para legitimarse; vemos a Enrique Peña Nieto, Beatriz Paredes, Felipe Calderón, y Josefina Vázquez Mota, ávidos de tener relaciones con la Iglesiaâ.
Advirtió que la clase política está en riesgo de âclericalizarseâ, por lo que en sí misma representa una amenaza al carácter laico del Estado mexicano. El PRI, y en específico Peña Nieto, es ejemplo de la cercanía con la jerarquía católica, pues su unión se ha fortalecido desde hace cinco años con miras al proceso electoral de 2012. Ahora âmás que obispos priistas son obispos peñistasâ, ironizó.
AGENDA POLíTICA
Marta Lamas, profesora investigadora del PUEG, consideró que en el marco de la agenda política electoral 2012 âno es posible llevar la despenalización del aborto como una propuesta, porque ningún partido quiere colgarse esa etiquetaâ.
Aunque, observó, es posible demandar el aborto con medicamentos para las mujeres que tienen acceso legal a interrumpir su embarazo por las causales de no punibilidad establecidas en los códigos penales de sus estados. Para lograrlo, dijo, hace falta voluntad política y un gobierno comprometido con el respeto a la laicidad.
Galeana refirió que si el PRI busca reivindicarse por echar atrás los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en 17 estados, puede tomar en su agenda electoral la aprobación de una reforma al Código Penal federal en la que se especifique el acceso a servicios de aborto legal por las excepciones permitidas hasta las 12 semanas de gestación.
María Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir, señaló que es necesario hacer alianzas entre las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y del movimiento de mujeres y feminista, para defender la laicidad del Estado, sin la que el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos no es posible.
La antropóloga añadió que la participación de las diversas OSC es fundamental, ya que la defensa del Estado laico es por consolidar la democracia en el país y el respeto de los Derechos Humanos de todas las personas. La participación debe ser a través de la movilización social, la actuación política y el debate público.
Martha Tagle, ex legisladora y activista feminista, informó que las mujeres organizadas en el país conformarán una agenda mínima en la que exigirán a los candidatos a la Presidencia el respeto de los derechos de las mexicanas en obediencia a la laicidad del Estado. Y en el caso de quienes se consideren progresistas, demandarán mayores avances en temas como la participación política.