Verdades que incomodan, mentiras que se caen

Por: Dra. Norma Julieta del Río Venegas
En Zacatecas, como en muchas partes del país, la desinformación se ha convertido en una herramienta política. No es casual ni accidental. La desinformación avanza a un ritmo vertiginoso. Forma parte de una estrategia: proteger intereses, desviar la atención y desprestigiar a quienes se atreven a decir lo que incomoda.

¿Cómo se combate la desinformación? Con información, con pruebas, con elementos, con números y con datos abiertos. Pero, sobre todo, enfrentándola de frente. El que nada debe, nada teme.

Una mentira nunca camina sola. Quien miente necesita otra mentira para sostener la primera. Así se va tejiendo una red de falsedades que busca confundir, dividir y sembrar dudas. Lo hemos visto en ataques contra defensores de derechos humanos, en campañas contra periodistas y en intentos por desacreditar a quienes denuncian la corrupción.

El ambiente político está visiblemente descompuesto y dividido. Las campañas por el control del Poder Judicial, la contienda por la rectoría universitaria y el mismo ejercicio del poder se desarrollan entre acusaciones, pactos oscuros y desinformación como moneda de cambio. No se debate con ideas, sino con ataques. No se busca convencer, sino destruir al adversario. Ese clima enrarecido no fortalece la democracia: la debilita.

A ello se suma una tendencia preocupante: personas sin formación académica, sin experiencia técnica ni ética pública, pretenden ocupar cargos de alta responsabilidad. Más aún cuando existen actos de corrupción comprobables en su pasado.

No se trata de excluir, sino de exigir. Gobernar o dirigir una institución no es un experimento. Se requiere preparación, vocación de servicio y principios sólidos. Zacatecas no puede permitirse improvisaciones.

Pero no hay mentira que dure para siempre. La verdad siempre encuentra su camino. Tarde o temprano, los hechos alcanzan a quienes creyeron que podían esconderlos con ruido. Porque la verdad tiene memoria. Y en un estado con sed de justicia, esa memoria se vuelve fuerza.

Hoy, más que nunca, decir la verdad es un acto político. Y sostenerla, incluso cuando incomoda, es una forma de dignidad.

El acceso a la información será siempre un pilar fundamental y el antídoto más eficaz contra las campañas de desinformación.

@JulietDelrio

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